No se puede ni ser buena en esta vida

01/10/2010 - 09:45 Hemeroteca

Por:
Ortiga
A muchos el volante y la conducción les provoca estrés. Y no es para menos, sobre todo cuando tienes que soportar continuos atascos o la fluidez brilla por su ausencia en las zonas urbanas más densas. Ello nos lleva en muchas ocasiones a perder la calma y a ponernos agresivos y violentos al volante, hasta el punto de pagarlo –muchas veces con insultos– con otros conductores. Y eso es lo que pasó ayer injustamente con una de las implicadas en la pérdida de control de varios vehículos que se produjo en el puente árabe de la capital por culpa de una mancha de aceite.
Su coche quedó cruzado en la bajada del mismo, haciendo imposible pasar por el carril de la derecha y obligando a todos a pasar por el de la izquierda. Ella decidió no tocar el coche porque, además de que estaba asustada, pensó que de esta forma, tapando el carril del aceite, no le pasaría al resto lo mismo que a los cuatro vehículos que habían perdido el control hasta que la Policía llegase. Sin conocer de qué iba el asunto, algunos de los conductores que pasaban por allí la tomaron con dicha mujer al entender que debía de retirar el coche, sin saber que, quizás, les estaba ayudando a no tener un accidente. Falta un poco de calma a veces.