Dos jóvenes denuncian agresiones fascistas en Azuqueca de Henares
01/10/2010 - 09:45
Por: J. PASTRANA. GUADALAJARA
Sucesos
El Sindicato de Estudiantes advierte que es el segundo ataque en dos semanas
La Comisión Ejecutiva Provincial del Sindicato de Estudiantes de Guadalajara ha denunciado una agresión fascista contra un joven simpatizante del sindicato. Según relatan, la noche del viernes 30 al 31 de octubre 10 neonazis armados con bates de béisbol dieron una brutal paliza a un joven simpatizante del Sindicato de Estudiantes de tan sólo 15 años causándole numerosos hematomas y contusiones en la espalda y brazo.
Desde la Subdelegación del Gobierno ha confirmado la existencia de una denuncia en este sentido. En ella se indica que, el citado día, a las 3.12 horas de la madrugada, un grupo de cinco muchachos se encontraban en un portal. Por lo que dice la denuncia hecha por los propios chicos, en ese momento fueron atacados por un grupo de personas con estética skin que iban armados con bates. Por último, termina indicando que, a consecuencia de este ataque, dos de los menores resultaron heridos, aunque no se ha especificado la gravedad de las heridas.
Segunda agresión
El Sindicato de Estudiantes ha advertido que ésta es la segunda agresión en tan sólo dos semanas en la localidad de Azuqueca de Henares. Desde su punto de vista, a lo largo de los últimos meses se ha producido en el municipio una escalada de la actividad de estos grupos en la localidad. En la nota de prensa que han remitido a los medios de comunicación señalan antecedentes, como la aparición de numerosas pintadas de signo fascista en las calles de la ciudad. Finalmente esta escalada ha culminado con las agresiones de los últimos dos fines de semana.
Otro punto que han querido destacar es que este tipo de agresiones no son algo aislado en Guadalajara, sino que están aumentando igualmente en el resto del Estado. De esta forma, indican que la noche del sábado 18 al 19 de octubre volvieron a aparecer pintadas de signo fascista en los locales de la Fundación Federico Engels, el Sindicato de Estudiantes, la Asociación en Defensa de los derechos de la Mujer Trabajadora, la Campaña Manos Fuera de Venezuela y la Corriente Marxista El Militante en Vitoria-Gasteiz. Igualmente, este verano sufrimos agresiones fascistas en la Feria de Málaga, donde también se produjeron ataques contra las casetas del Sindicato de Estudiantes y de El Militante. Por último, terminan señalando que también estamos viendo a lo largo de todo el Estado numerosas agresiones a organizaciones de izquierdas, socialistas, comunistas, progresistas, inmigrantes, entre otras.
Otro punto que destacan es que todo esto ocurre tras la sentencia del 14 de octubre en la que la Audiencia Provincial de Madrid condenó a 26 años de cárcel al fascista y exmilitar Josué Estébanez. La cadena impuesta es consecuencia del asesinato de Carlos Palomino el 11 de noviembre del 2007. Pero esta sentencia se debe a las movilizaciones y a la enorme indignación social que ha habido en torno a este caso, aseguran. Sin embargo, la justicia deja impunes la gran mayoría de las agresiones fascistas.
El Sindicato explica que la actividad de todos estos grupos se está incrementando en toda Europa, en paralelo a la crisis del capitalismo y al incremento abrupto del paro, la pobreza y las desigualdades sociales. Aunque la clase trabajadora es hoy mil veces más fuerte que en los años 30 y estos grupúsculos no puedan alcanzar la relevancia del pasado, no por ello dejan de ser peligrosos para la clase trabajadora y sus organizaciones. Consideran que el objetivo que persiguen es crear miedo y dividir a los trabajadores y a los jóvenes y debilitar así su capacidad de contestación social.
Segunda agresión
El Sindicato de Estudiantes ha advertido que ésta es la segunda agresión en tan sólo dos semanas en la localidad de Azuqueca de Henares. Desde su punto de vista, a lo largo de los últimos meses se ha producido en el municipio una escalada de la actividad de estos grupos en la localidad. En la nota de prensa que han remitido a los medios de comunicación señalan antecedentes, como la aparición de numerosas pintadas de signo fascista en las calles de la ciudad. Finalmente esta escalada ha culminado con las agresiones de los últimos dos fines de semana.
Otro punto que han querido destacar es que este tipo de agresiones no son algo aislado en Guadalajara, sino que están aumentando igualmente en el resto del Estado. De esta forma, indican que la noche del sábado 18 al 19 de octubre volvieron a aparecer pintadas de signo fascista en los locales de la Fundación Federico Engels, el Sindicato de Estudiantes, la Asociación en Defensa de los derechos de la Mujer Trabajadora, la Campaña Manos Fuera de Venezuela y la Corriente Marxista El Militante en Vitoria-Gasteiz. Igualmente, este verano sufrimos agresiones fascistas en la Feria de Málaga, donde también se produjeron ataques contra las casetas del Sindicato de Estudiantes y de El Militante. Por último, terminan señalando que también estamos viendo a lo largo de todo el Estado numerosas agresiones a organizaciones de izquierdas, socialistas, comunistas, progresistas, inmigrantes, entre otras.
Otro punto que destacan es que todo esto ocurre tras la sentencia del 14 de octubre en la que la Audiencia Provincial de Madrid condenó a 26 años de cárcel al fascista y exmilitar Josué Estébanez. La cadena impuesta es consecuencia del asesinato de Carlos Palomino el 11 de noviembre del 2007. Pero esta sentencia se debe a las movilizaciones y a la enorme indignación social que ha habido en torno a este caso, aseguran. Sin embargo, la justicia deja impunes la gran mayoría de las agresiones fascistas.
El Sindicato explica que la actividad de todos estos grupos se está incrementando en toda Europa, en paralelo a la crisis del capitalismo y al incremento abrupto del paro, la pobreza y las desigualdades sociales. Aunque la clase trabajadora es hoy mil veces más fuerte que en los años 30 y estos grupúsculos no puedan alcanzar la relevancia del pasado, no por ello dejan de ser peligrosos para la clase trabajadora y sus organizaciones. Consideran que el objetivo que persiguen es crear miedo y dividir a los trabajadores y a los jóvenes y debilitar así su capacidad de contestación social.