Junta, UAH e INTA firman la creación de un Centro de Investigación Espacial

01/10/2010 - 09:45 Hemeroteca

Por: B. P. O.
El trío formado por la investigación, el desarrollo y la innovación, las denominadas I+D+i, ha encontrado en Guadalajara y, más concretamente, en el entorno del futuro campus universitario y Parque Científico y Tecnológico, un espacio ideal para conjugar formación, empresa e investigación y para poner en marcha espacios de tanta trascendencia como el que podría tener el Centro de Investigación Espacial que ayer se presentaba oficialmente a través de la firma de un protocolo de intenciones por parte de la Junta, el INTA y la UAH.
El Gobierno de Castilla-La Mancha se ha propuesto que Guadalajara extienda su influencia más allá de sus límites terrenales con la creación de un Centro de Investigación Espacial que depositará su atención en el cosmos para descubrir nuevos recursos de interés para la humanidad. De hecho, aunque pueda sonar a chino la utilidad práctica de un centro de estas características, artículos tan generalizados como el microondas, el velcro, los dispositivos GPS, las herramientas eléctricas sin cables, la televisión por cable o, incluso, las toallitas húmedas, nacieron de la investigación del espacio.
Para materializar esta idea surgida en el seno de la Universidad de Alcalá y el Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial (INTA), el Gobierno de Castilla-La Mancha rubricó ayer un protocolo de intenciones que marca como objetivos la creación del centro, detallando sus funciones, sus recursos humanos y sus infraestructuras. Como autoridades firmantes estuvieron presentes el presidente de la Junta de Comunidades, José María Barreda, el rector de la Universidad de Alcalá de Henares, Virgilio Zapatero –en una de sus últimas intervenciones públicas en el cargo, ya que dejará de ser rector en un par de meses– y el director general del INTA, Javier Rodríguez-Pacheco.

El centro
El centro abordará cuatro grandes áreas de desarrollo. La primera de ellas, relativa a la investigación espacial fundamental, ahondará en la física de la heliosfera, las partículas energéticas solares, la influcencia de la actividad solar sobre la Tierra –meteorología espacial– y los entornos planetarios. En segundo lugar, el centro estudiará el diseño de nueva instrumentación científica para satélites y telescopios espaciales, como detectores de partículas energéticas, software y hardware embarcado en satélites y telescopios e ingeniería de sistemas. En tercer lugar se hará hincapié en la transferencia de tecnología, o bien a través de contratos con empresas de alta tecnificación para el diseño y construcción de nuevos sensores, instrumentos de vuelo, software... o bien a través de contratos con empresas de tecnificación media o baja para el desarrollo y difusión de prototipos espaciales a sectores transversales del mercado. La cuarta y última área de trabajo se relaciona con la formación, a través del máster en Ciencia y Tecnología desde el Espacio, el programa de Doctorado en Investigación Espacial, el curso de Especialización sobre Tecnologías Espaciales y el intercambio y movilidad de personal.
Todos estos propósitos se llevarán a cabo con personal investigador –científicos e ingenieros– de la UAH, el INTA y personal propio. En principio, la dotación será de 34 personas. Además, el centro contará con personal administrativo y de apoyo, como una secretaria de dirección, una sección de gestión contable o un analista de sistemas.
Las instalaciones básicas del Centro de Investigación Espacial serán una sede social con despachos, salas de reuniones y servicios de 800 metros cuadrados. Además, se habilitará la denominada sala limpia, donde se puede aislar el objeto de estudio, junto con varios laboratorios. Junto a estas, otras instalaciones serán un centro de operaciones científicas para la operación y recepción de datos de instrumentos a bordo de misiones espaciales, un monitor de neutrones y, por último, un laboratorio para ensayos de radiación acumulada.
La previsión es que sea necesaria una inversión en el edificio y equipamiento básico cercana a los cuatro millones de euros, tal y como señaló el viceconsejero de Universidades, Enrique Díez Barra, quien matizó que esta cantidad se reclamará a través de los fondos FEDER, de manera que Europa pondría el 70 por ciento del coste del proyecto y la comunidad autónoma el 30 por ciento restante. No obstante, aunque aún no se ha aprobado la financiación “se trata de una declaración de intenciones muy avanzada, porque hay un compromiso firme del Gobierno de Castilla-La Mancha, de la Universidad de Alcalá y del INTA”, agregó.
La creación de este Centro se enmarca en las medidas del Pacto por Castilla-La Mancha orientadas a sentar las bases a medio y largo plazo de una economía más sostenible y un modelo productivo más competitivo, pero también más compatible con el medio ambiente, y una sociedad basada en el conocimiento y la innovación.

José María Barreda recordó que Castilla-La Mancha parte “de mucho más atrás” en materia de investigación y desarrollo que otras comunidades autónomas “y por eso tenemos que hacer un esfuerzo complementario”. En este sentido, afirmó que el Gobierno regional ya está en ese camino pues desde el año 2005 a 2009 ha triplicado el presupuesto destinado a I+D+i. “Y tenemos que seguir haciéndolo porque todavía es insuficiente”, apuntó el presidente, que aseguró tener muy claro que este debe ser el camino y la apuesta de futuro. A su juicio, ámbitos como la investigación, la formación y la educación siempre han sido imprescindibles para mejorar la capacidad de competencia de cualquier sociedad.