Gerard Badía renace como futbolista gracias al Deportivo

14/10/2010 - 00:00

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El día del Pilar de 2010 quedará para siempre en la memoria de Gerard Badía, un joven futbolista que forma parte de la plantilla del Deportivo pero que a comienzos del presente año estuvo a punto de ver truncada su prometedora carrera deportiva. Después de una recuperación casi milagrosa, ha podido volver a jugar un partido oficial gracias, en parte, al cuerpo técnico del Deportivo.
“Es la peor lesión que puede tener un futbolista. Estuve a dos milímetros de que se acabara mi carrera”
Tanto los médicos como los técnicos y el director deportivo del club morado han confiado en la recuperación de este joven extremo zurdo nacido hace casi 21 años en la localidad tarraconense de Horta de Sant Joan. Y confiaron, a pesar de la grave lesión que había sufrido el pasado 24 de enero cuando militaba, junto con Nico, en el Murcia B.
Ese día, a los dos minutos de juego, y en el campo de La Victoria, en Jaén, Gerard fue objeto de una escalofriante entrada de un rival, cuando estaba a punto de rematar dentro del área. Una patada en plancha, que le provocó la rotura parcial del ligamento cruzado anterior, la del posterior y la del menisco de su rodilla izquierda, además de sufrir el desgarro del bíceps femoral y de toda la cápsula externa de la rodilla. Una lesión de mayor gravedad que la temida triada y que estuvo a punto de terminar con la carrera deportiva de un futbolista con una gran proyección.
Gerard Badía fue operado en Barcelona el 10 de febrero. Su rodilla estaba en las mejores manos que podía estar, las del doctor Ramón Cugat, una eminencia para estos casos y que, por ejemplo, trató las lesiones de Torres, Cesc o Xavi, entre otros muchos futbolistas, antes de acudir al Mundial de Sudáfrica. Y el doctor Cugat volvió a hacer maravillas en la rodilla de un deportista. “Es la peor lesión que puede tener un futbolista. Estuve a dos milímetros de romperme el nervio ciático y de dejar de hacer deporte. He pasado de no poder andar, de estar sentado en un sillón durante tres meses con una escayola que me llegaba desde el tobillo hasta la ingle, de tener que dejar de estudiar porque no podía ni andar..., a volver a hacer deporte. Gracias a este maestro de la rodilla y gracias también a los doctores que he tenido en Guadalajara como Víctor, el preparador físico Diego y los fisios Edu y Noelia, he podido salir adelante. Desde que llegué aquí, el Deportvo se ha portado de diez conmigo. Todos me han ayudado muchísimo en la rehabilitación”, declara el futbolista, que el martes volvió a disputar un partido ocho meses y medio después de esta grave lesión. Lo hizo en el Trofeo Alcarria, jugando durante más de una hora ante el Rayo Vallecano.
 
“Este club estará arriba”
Gerard reconoce que la apuesta del Deportivo por su fichaje fue muy arriesgada. Llegó el 8 de agosto, casi cojo, pero tanto la opinión médica del club como los buenos informes técnicos recomendaron su fichaje. “El club ya me conocía pero querían ver cómo estaba. Me puse a entrenar con mis limitaciones y me dijeron que en dos meses podría estar jugando. Se han cumplido los plazos y por fin he podido ver la luz al final de este túnel”, relata.
El extremo zurdo tarraconense es un buen jugador de banda, muy rápido en las diagonales hacia la portería, aunque destaca, principalmente, por encarar al lateral y servir pases muy precisos al delantero. En el Trofeo Alcarria lo intentó pero, como es lógico, acusó la falta de ritmo de competición: “En los primeros 15-20 minutos estuve corriendo mucho porque así lo quiere el entrenador. Noté la asfixia de estar ocho meses sin jugar pero según iban pasando los minutos cada vez me encontraba mejor. En ataque todavía me falta el descaro que tenía el año pasado aunque sé que lo voy a conseguir con minutos de partidos. Después de lo que he tenido, la rodilla está respondiendo muy bien y eso es lo más importante”, indica el catalán, que podría entrar en la convocatoria del partido que se disputará el domingo, a las 12.00 horas, en el campo del Vecindario.
Gerard Badía cumplirá el próximo lunes 21 años y volver a jugar al fútbol ha sido, sin duda, el gran regalo anticipado que le ha llegado en el Deportivo, un club en el que ya ha podido notar su grandeza y sus ambiciosas aspiraciones: “Nada más llegar y entrenar el primer día pude comprobar que este equipo quiere estar arriba. No hace falta que nadie me diga nada porque pude vercon mis propios ojos que este equipo es importante. Si hacemos caso al míster y trabajamos todos como tenemos que trabajar, no hay duda de que estaremos arriba. El míster tiene las ideas muy claras y saca lo mejor de cada jugador. Está muy entregado”, finaliza un futbolista que ha vuelto a nacer.