La Real Sociedad baja de la nube al Guadalajara

Ya desde el inicio comenzó el conjunto guipuzcoano dando una muestra de lo que estaba dispuesto a hacer y, cuando corría el minuto cinco, Hervías armaba una jugada desde la banda derecha que cayó a los pies de Sanz, quien se encargó de cambiar de orientación hacia Oiartzun. Desde allí salió un centro peligroso que la defensa morada lograba despejar a córner. El propio Oiartzun, uno de los que serían grandes protagonistas del choque, se encargaría de botar el córner para que Ugarte mandara el cuero más allá del límite de los tres palos. Solo cuatro minutos más tarde, Oiartzun volvía a centrar las miradas cuando se marchaba de varios rivales por el centro del campo antes de pasar a Hervías que por la banda derecha antes de abrir a un Elustondo que le doblaba por detrás. Al llegar a la línea de fondo, centraba hacia atrás al borde del área y el cuero le llegaba Capilla, que remató alto.

 

La ocasión más clara de los visitantes se haría esperar hasta el minuto 16, cuando Molinero ponía un centro desde la izquierda y Mato remataba con el pie que un balón que se marchó fuera por poco. La respuesta no se haría esperar y, en el minuto 22, Bautista cedía a Capilla pero este, solo ante Lechuga, devolvía a Capilla en lugar de rematar. El balón acabó en Hernández, que mandaría el balón a córner. Solo dos minutos más tarde, no volverían a desaprovechar sus opciones los locales y, en una buena jugada de Hervías por banda derecha arrastrando a varios rivales, Bautista recibía el balón y, solo ante el meta alcarreño, consiguió batirlo con mucha sangre fría.

Más fortuna tendría Lechuga en el minuto 32, aguantando lo que ya se había convertido en un asedio local. De nuevo Hervías enfilaba el área rival y, tras una pared con Oiartzun, remataría para obligar a actuar al guardameta visitante. Pero el segundo estaba a punto de caer. En un córner botado en el minuto 42, Callens anotaría de cabeza tras recibir una asistencia también de cabeza de Bautista, cerrando así el primer acto. Había llegado el segundo tanto en los mejores momentos del Guadalajara y justo antes del descanso. Un golpe del que no se repondrían los morados.

Por si el resultado adverso fuese poco, apenas seis minutos después de la reanudación, Rangel vería la segunda amarilla por un codazo y enfilaría el túnel de vestuarios. Con un hombre menos, el filial donostiarra se limitó a jugar a placer, marcando primero de penalti en el minuto 62 por mediación de Oiartzun, a pesar de que Lechuga adivinó la trayectoria del esférico, y cerrando el encuentro en el 87 con un saque de banda en largo de Hernández a Capilla. Con un toque magistral, este dejaría solo a Muguruza para que fusilara a Lechuga en el uno contra uno. De esta forma el Sanse derrotaba con claridad a un Guadalajara completamente desconocido y opuesto al que manda con puño de hierro en el Pedro Escartín.