El espectáculo regresó al Santamaría

17/10/2014 - 22:10 Juanjo Ortega

BM GUADALAJARA,22
ÁNGEL XIMENEZ PUENTE GENIL,21

Juanlu Moyano, desaparecido durante la segunda mitad, se elevó por encima de un mar de brazos del equipo de su tierra, el Puente Genil, y encontró el único resquicio que un omnipresente Álvaro de Hita había dejado en su portería. Ignacio Peciña, al borde de la expulsión desde el final de la primera parte, enloqueció, arrojó la camiseta al suelo y corrió hacia su compañero ‘Bombom’ Almeida, cojo cual Cid Campeador. Padilla que esperaba en la banda preparado con la camiseta de portero-jugador y que le tenía especiales ganas al equipo de su tierra, aporreó el parqué también preso de la locura. Hasta el otro cordobés, el siempre pausado César Montes, se contagió de la euforia.
Una euforia que corrió como la pólvora por las gradas del David Santamaría y que encontró su cruz en las filas del Ángel Ximénez Puente Genil. En las filas blanquinegras, tres de los hombres del partido, el meta Álvaro de Hita (41% de paradas), el pichichi Chispi (nueve goles) y el resucitado José Cuenca (cinco goles, todos en la segunda mitad), no entendían cómo habían podido perder un partido ante un rival que estuvo más de 17 minutos sin marcar y que, a falta de cuatro minutos estaba tres goles abajo (18-21). Pero en esos 234 segundos, desde que Parra anotó el 19-21 hasta que Juanlu Moyano logró el definitivo 22-21 a tres segundos del final se obró el milagro: el espectáculo había vuelto al David Santamaría. Porque, no nos engañemos, cuando arribe la primavera y la temporada afronte su sprint final, lo que contará serán los dos puntos que el BM Guadalajara cosechó ante, a día de hoy, un rival directo.

Pero hoy, cuando el calor apura sus últimos coletazos, la victoria alcarreña representa mucho más que dos puntos por la forma de producirse. Y no hay mejor síntoma que los gritos de “¡Guada, Guada!” que se oyeron durante y a la conclusión del partido y la larga ovación que el público tributó a sus jugadores. Ovaciones que, en los primeros minutos, recayeron principalmente en ‘Bombom’. El cancerbero brasileño se alió con la madera para disparar a su equipo en el electrónico (5-1, minuto 8). Fernando Barbeito tiró de tiempo muerto para serenar ideas y ajustar el punto de mira y Chispi o Juan Antonio Vázquez si lo prefieren, demostró el porqué es el máximo realizador de la competición y con seis goles en el primer acto fue metiendo a los suyos en la pelea.

También ayudó sobremanera la aportación de un meta que no goza del renombre que merece, Álvaro de Hita. Así justo antes del descanso, los cordobeses empataron por primera vez el encuentro desde el pitido inicial (11-11). El síntoma de la primera parte (los locales acumularon siete minutos sin marcar), se prolongó durante más de 10 minutos en el segundo tiempo (11-15). Para colmo, cuando el BM Guadalajara dispuso de su mejor ocasión para empatar (exclusión de Porras con 18-19 y siete metros para Chiuffa), emergió, otra vez, la figura de De Hita y un soberbio ‘fly’ entre Cuenca y Chispi (18-21). La cita parecía perdida, pero de pronto el cortocircuito previo de los morados se trasladó al banquillo de al lado. La defensa alcarreña apretó, ‘Bombom’ volvió a parar y Parra, Bozalongo con un golazo y Moyano obraron el milagro.