Un tropiezo merecido

19/10/2014 - 18:11 Optasport

Derrota justa del hasta ayer líder ante un Quintanar que dominó con mucha claridad. Los de Jesús Moreno fueron muy de principio a fin ante un Marchamalo desdibujado, que nada pudo hacer ante el vendaval verdiblanco. Los locales realizaron su mejor partido de lo que va de temporada y, pese a las bajas, consiguieron adelantarse muy pronto. Tras algún tímido acercamiento en los primeros minutos, en el 11 llegó el primer gol en una buena jugada de Pedro Bolero, que robó un cuero en el centro del campo para enviárselo a un Matías que, desde el límite del área, entrando por banda derecha y al primer toque, puso el interior de la bota para mandar el balón al segundo palo y poner así el 1-0.


Lejos de defender el resultado, el Quintanar buscó con insistencia el segundo, teniendo hasta cinco ocasiones claras en lo que restó de primera mitad, con Bolero, José Mari, Matías o Cholilla como protagonistas. En el último minuto de la primera mitad, Cholilla fue sustituido por Pablo García, que aún tendría tiempo para provocar la ocasión más clara tras el gol con un balón que envió al poste.


Por su parte, el Marchamalo, completamente desconocido, solo tuvo algún tímido acercamiento sin peligro. Sus acciones más destacadas fueron dos disparos lejanos de Miguel Pérez y Cabanillas que se marcharon muy desviados.


En la segunda mitad, parecía que el partido iba a cambiar con la entrada de Dani por Pajares, teniendo en los ocho primeros minutos más ocasiones que en todo el resto del encuentro y jugando prácticamente por completo en terreno rival. Pero, lejos de voltear el marcador, un contragolpe del Quintanar bien lanzado por Diego llegó a Bolero y de este a José Mari, para que se estrellase el cuero en el poste y, en el rechace, le golpease de nuevo a José Mari, convirtiéndose en el 2-0. En el mismo minuto, José Mari volvió a sorprender a Sebas. Esta vez con un disparo desde fuera del área que, bombeado, entró rozando el larguero en la portería visitante. Era el definitivo 3-0.


Desde ese momento, el Quintanar volvió a dominar el partido. En los últimos minutos, más por relajación local que por insistencia visitante, el Marchamalo realizó sus primeros disparos a puerta. El primero fue de Palencia, al que respondió Ionei con una gran parada y, más tarde, Miguel Pérez volvió a toparse con el meta local, que se sumó a la fiesta para cerrar el partido.