Javi Lozano pone fin a un ‘calvario’ de siete meses de recuperación

El ya lejano 6 de junio de 2014 Javi Lozano entraba por primera vez al quirófano para someterse a una operación de menisco. Veinte días después era intervenido del ligamento cruzado –una de las peores lesiones para un deportista–. Pero aún hubo más. El 26 de julio volvía a ser operado, al infectársele la herida. El capitán del Brihuega FS comenzaba su particular calvario que ahora, siete meses después ha tenido su punto final. El portero alcarreño ha regresado a los entrenamientos y está listo para entrar en la convocatoria de Rubén Barrios, cuando el míster lo estime oportuno. “Ha sido un tiempo muy largo y muy complicado”, destaca el jugador, aunque incide en que “de todo se aprende. Es un verano entero en el hospital con tres operaciones y sabes que cuando haces deporte corres algunos riesgos, pero no te esperas nunca una situación así”. Lozano recuerda que “ha sido la lesión más grave que he tenido. Nunca en mi carrera me había perdido un partido por este motivo”.

La operación de menisco estaba planeada. De hecho, el portero esperó hasta terminar la temporada con el Brihuega para entrar en el quirófano. “Estábamos para cerca del play-off y decidí retrasar la operación al verano y seguir entrenando y jugando”, dice. Pero lo que no se esperaba es que también tuviese dañado el cruzado. “Cuando abrieron y vieron que era el cruzado lo que tenía roto fue un palo muy grande porque es la peor lesión que puede tener un deportista”, comenta. “Al principio se te echa el mundo encima. Tienes una edad y es una operación complicada de rodilla y no todo el mundo queda bien de la operación”, apunta y no oculta que “en esos momentos, uno llega a pensar en dejar de jugar y dejar de hacer deporte, hasta que no ves cómo va la recuperación y cómo responde tu cuerpo, no puedes decir nada. En ese momento me ayudó mucho todas las muestras de cariño que tuve y mucha gente que me apoyó”.

Pero después de la tempestad llega la calma y siete meses después, Javi Lozano está totalmente recuperado. “Entreno con normalidad, aunque estoy un poco lento, pero la rodilla no me duele, que es lo importante”, destaca y espera ahora un nuevo reto: “Solo me falta volver a las canchas. Es difícil porque hay tres porteros con un nivel muy alto y están desde principio de temporada, pero me gustan los retos y estoy luchando por ganarme alguna convocatoria si se puede. Hay una rivalidad bonita, pero después de superar la lesión, el siguiente reto es coger el ritmo lo antes posible y volver a jugar”.

Javi Lozano ha sido testigo desde la grada de la trayectoria de su equipo en este curso y reconoce que “con el cuerpo técnico que tenemos la exigencia siempre es máxima, tanto en los entrenamientos como en los partidos. Esa exigencia se nota en la pista y el equipo compite contra cualquiera. Ojalá podamos vivir cosas tan bonitas como en la temporada pasada”. Y en “cosas bonitas”, que pasan por volver jugar un play-off de ascenso, Javi Lozano espera ser uno de los protagonistas directos dentro de la cancha.