Manzano acaba con el mal de altura del Guadalajara

22/02/2015 - 19:04 Rubén Martínez

Era una de las asignaturas pendientes del Deportivo, ganar a uno de los nueve primeros de la clasificación, y al fin se consiguió. Se hizo además tras un partido precioso, de esos que crean afición. Un enfrentamiento digno de la Liga Adelante, innegable objetivo y quién sabe si destino a corto plazo para los dos equipos.
Este triunfo no llega por sorpresa. Ya veníamos avisando en las últimas semanas de la enorme mejoría deportivista, pese al empate ante el Real Unión y pese a la derrota ante el Sestao. El Guadalajara estaba alcanzando su punto de ebullición como bloque y los resultados acabarían llegando. Para el Huesca, la derrota supone lo contrario, la cruda confirmación de una realidad: su vulnerabilidad lejos de El Alcoraz –no gana a domicilio desde el 9 de noviembre– es alarmante y puede costarle caro de cara a su clasificación para el play-off de ascenso.
 
Comienzo con goles
Desde el arranque ninguno escondió sus cartas aunque fueron los de casa los que salieron más atinados. Casi a las primeras de cambio, una internada de Javi López acabó con mano de Rojas dentro del área con el consiguiente penalti. Rubén Arroyo, que volvía al once, no desperdició el presente y materializó el primero de la tarde pese a que Dani Jiménez adivinó su lanzamiento desde los once metros.
El 1-0 no sació al conjunto de Salvachúa, que siguió en modo on fire con un par de buenas acciones de Molinero y Kevin Lacruz, otra de las novedades en la alineación alcarreña. Con el lateral maño, la producción ofensiva se multiplica aunque a veces también ello conlleva una defensa desguarnecida. Precisamente por esa banda y al poco de adelantarse los deportivistas, llegó el empate del Huesca. Centro desde la izquierda, prolongación de Mainz y gol a quemarropa de José Gaspar. Vuelta a empezar.
El ritmo del primer cuarto de hora se mantuvo durante todo el primer tiempo, plagado de ocasiones. El triángulo formado por Yebra, Mato y Arroyo dominaba la contienda en la medular ante Iñigo Ros y Manolo pero el verdadero peligro visitante estaba en el costado izquierdo con Camacho como quarterback surtiendo de balones a los jugadores adelantados. Suerte para los morados que el 10 del Huesca (seguramente uno de los mejores futbolistas del grupo) no entró demasiado en juego. Tácticamente, los de Tevenet tuvieron momentos buenos, ensuciando el caudal ofensivo del Depor pero rápidamente se descosían ante el talento individual de Molinero, Javi López, etc., etc. No obstante, el Huesca es un señor equipo y se las apañó para generar buenas aproximaciones como un contragolpe finalizado por Tyronne salvado in extremis por Verdú.

La calma que precede a la tormenta
Del trepidante primer tiempo se paso a una reducción de la fogosidad en el segundo. Tal vez desde los banquillos se habían dado instrucciones de no ir a la guerra a pecho descubierto así que se pasó a cruce de cuchillos con algo más de precaución. Un ‘punterazo’ de David Mainz fue la única aproximación reseñable desde el descanso hasta el minuto 67. Entonces, volvió a prenderse la mecha. Molinero estrelló un remate en la madera y Dani Jiménez protagonizó el primero de un largo carrusel de paradones en el rechace posterior de Javi López. Al poco, Zamora pudo firmar su primer tanto con la elástica morada pero el cancerbero lebrijano volvió a lucirse una vez más.
De vez en cuando los entrenadores también ganan partidos y es de recibo subrayarlo. En este sentido Salvachúa estuvo más espabilado que su homólogo en el banquillo aragonés al dar entrada a Edgar y Manzano, a la postre decisivos. A falta de once para el final, un pase de la muerte del madrileño dejó el gol en bandeja de plata para el alcarreño, que batió por bajo al meta visitante haciendo el 2-1.
Como se suele decir en el argot era momento de guardar la ropa pero ¿cómo controlar al ‘Correcaminos’ cuando hay espacio para correr? El Escartín volvió a escuchar una vez más el zumbido del ‘mec-mec’ cuando Manzanito inició otra cabalgada infinita por la izquierda regalando a Javi López el tanto de la sentencia, el que hace escalar al Guadalajara hasta la tercera posición de la tabla.