Al Azuqueca no le tiembla el pulso

04/10/2015 - 18:08 Ana G. Hernández

El Azuqueca se llevó el derbi después de una primera mitad perfecta del conjunto rojinegro. Una primera mitad en la que dejó visto para sentencia el duelo y en la que el Marchamalo fue un juguete roto en sus manos. Cierto es que los gallardos apretaron los dientes en la segunda mitad y que batallaron, incluso con un jugador menos; pero también que luchar contra el líder, en su campo y con desventaja numérica era una misión imposible.


Así las cosas, los de Joselu saltaron al campo muy motivados. Presión arriba, líneas juntas y toque de balón. Suya fue la primera ocasión y el primer gol cantado por la grada en el minuto 2. Fue un balón llovido que Pancorbo remató desde el punto de penalti con dirección a la portería de Christian. La intención del muro rojinegro era hacer una vaselina y muy cerca estuvo de conseguirlo. Sin embargo, inexplicablemente, el balón se marchó a centímetros del travesaño y bajó gustoso deslizandose por la red. El San Miguel cantó el gol de su central hasta que descubrieron que un efecto óptico les había engañado.


Con el Azuqueca dominando y los de Nito Alonso intentando salir, Navas puso en apuros a Christian con un centro-chut con muy mala intención. Apenas dos minutos después, en el 16, una gran jugada trenzada de los locales acababa en las botas de Gonzalo. Del rechace de su pase nació un balón suelto que Gese rompió con dirección a portería. De la Plata, en su intento por despejar, repelió el balón con el brazo. El penalti estaba servido y Esaú, como gran especialista, lleva cuatro en su cuenta particular, lo transformó. El tanto espoleó aún más al líder, que se gustaba sobre el terreno de juego con un Roberto Izquierdo descomunal en la medular. De hecho, en la siguiente jugada pudo llegar el 2-0. Gonzalo robaba la cartera a De la Plata, quizá con la mente puesta en el penalti, y encaró la portería de Chrisian. Su disparo se marchó desviado por encima del larguero. Poco después era Gese el que maravillaba a propios y extraños con una jugada espectacular en la línea de fondo. El extremo dejó tirados a tres jugadores gallardos hasta llegar al área chica y ser detenido in extremis por Christian.


El Azuqueca perdonaba y el Marchamalo lo aprovechó en el minuto 24 en la primera aproximación seria que hizo sobre la meta de Javi Alonso. Ballesteros, cual delantero de élite, pinchó un balón llovido de Miguel Pérez y batió por bajo al arquero rojinegro. El empate ayudó a calmar los ánimos locales y a que Cheki hiciera sombra a Roberto Izquierdo en el medio. Pero el alcalaíno tenía guardado un as en la manga que el marchamalero aún ni se imaginaba. Pero antes de eso, mediado el primer acto, Pablo Rojo fusiló desde la frontal a Christian tras recoger un balón suelto. El tanto escoció a un Marchamalo que vio como dos minutos después los de Joselu calcaban la jugada. Balón suelto en la frontal y latigazo descomunal de Roberto Izquierdo. El duelo en la medular volvía a tener en favor del rojinegro.


El tercer tanto serenó los ánimos en sendos equipos. Los gallardos esperando una segunda mitad más favorables y los rojinegros intentando no cometer ningún despiste que diera esperanzas a su vecino. Así las cosas, Nito Alonso apostó por Guadaño en la segunda mitad, buscando más gol en su ataque. Por su parte, el Azuqueca esperaba la contra propicia para sellar la victoria. Sin embargo, el derbi acabó en el minuto 64. Momento en el que Rafa Espada propinó un codazo a Néstor. No conforme con eso, se dirigió al árbitro en términos despectivos. La roja estaba servida y el Marchamalo huérfano. Aún así los gallardos lo siguieron intentando, aunque sin fortuna.