Guillem y Riki confirman la mejoría del Depor

10/10/2015 - 19:10 Optasport



El Depor cotiza al alza y, ocho años después, el equipo volvió a ganar en tierras vascas. Segundo triunfo consecutivo de los hombres de Manolo Cano que, en Leioa marcaron casi tantos goles como en las siete anteriores jornadas. La eficacia de Nieblas, Riki y Guillem hizo posible un triunfo que parecía sencillo con el 0-2. La expulsión de Diakite a falta de media hora complicó el panorama, pero el equipo supo reaccionar a tiempo para prolongar su buena racha.
La vuelta a la portería de Ferrán Ferri y la presencia de Dani Iglesias y Nieblas por los lesionados José Ángel y Robin, este último con problemas cervicales de última hora, fueron las tres novedades en el once visitante. El encuentro empezó con un ritmo parsimonioso, un Depor aplicado en defensa ante un rival poco decidido a volcarse en ataque. Apenas se veían aproximaciones a las áreas y solo un gol claramente anulado a Rangel rompió algo la monotonía. Mediada la primera mitad, los vizcaínos, en menos de un minuto, gozaron de tres claras ocasiones, pero la falta de pericia de Polanco y Gabilondo evitó el sobresalto a un conjunto morado muy timorato en ataque. Sin embargo, cerca del descanso, encontraron un gol a favor los visitantes gracias a la calidad de Riki. El de Aranjuez sacó con maestría un libre directo y, tras estrellarse el cuero en el travesaño, en el rechace, Nieblas, sin duda el más listo, anotó a puerta vacío.
En el arranque de la segunda mitad, la zurda de oro de Riki volvió a aparecer. Esta vez, su lanzamiento de falta directa entró por la escuadra sin remisión. El delantero marcaba así su primer tanto con la camiseta alcarreña y todo pintaba bien porque la defensa apenas concedía opciones al Leioa. Sin embargo, Nieblas tocó con la mano un remate de cabeza de un jugador local. Ferrán Ferri paró el máximo castigo, pero en el rechace, el propio lanzador, Etxaniz, estrechó el marcador.
Casi a renglón seguido, el Depor se quedó con diez tras la expulsión con roja directa a Diakite, ex del Leioa, por una dura entrada sobre Bonilla. El partido se volvió loco y Rangel, con la testa, pudo ampliar la testa pero, poco después, Polanco, de fuerte chut desde la media luna, logró el empate con un disparo centrado ante el que el cancerbero, ante la acumulación de hombres, no pudo reaccionar.
El 2-2 era un hecho y los alcarreños no se quitaban el agobio de su área, pero en una contra encontraron el alivio. Manzano, en una arrancada con posible mano, habilitó a la carrera de Guillem. Este no se puso nervioso y, con sutileza, picó el cuero ante la salida de Ángel. Primer gol del balear y la puntilla de un equipo vizcaíno que, eso sí, en el descuento, a punto estuvo de encontrar una nueva igualada en un despeje de Rangel que por poco no entró en propia puerta.