Ecos de dulzaina para que la fiesta no decaiga

17/09/2011 - 17:59 Jaime Valladolid

Si hay algo que no puede faltar en toda fiesta que se precie, es la música. Además, y en el caso de nuestra provincia, la dulzaina es, sin ninguna duda, el rey de los instrumentos tradicionales de Guadalajara.
Precisamente, las dulzainas fueron las protagonistas en la jornada matinal. Su melodía inundó todos los rincones de la capital alcarreña. A las 12.30 horas, diferentes grupos de dulzaineros se agolpaban en la plaza de Santo Domingo, desde donde partieron hacia los diferentes parques de Guadalajara. De esta manera, su música se encargó de despertar a muchos de los ‘marchosos’, cuyos ánimos, y tras una dura y larga noche, se encontraban algo apagados. Los acordes de la archiconocida ‘Campanera’ intentaban que la fiesta no decayese. Fueron varios los grupos de dulzaineros los que participaron en esta tradicional ‘dulzainada’, llegados desde diferentes puntos de la geografía provincial. Además, este año, y como novedad, estuvieron presentes en Guadalajara los dulzaineros maños del grupo “La Marchina”, que se encargaron de ‘dar la nota’ con sus dulzainas aragonesas, que son similares a las castellanas. Concretamente, se trata de instrumentos cromáticos y la principal diferencia que tienen con respecto a las “nuestras” es que no tienen llaves. Sin embargo, las dulzainas castellanas también se han tocado tradicionalmente en Guadalajara, sobre todo en la comarca de Molina de Aragón.
Si hablamos de dulzainas, no podemos dejar de nombrar a Los Mahurotos, un grupo de dulzaineros que lleva más de 20 años deleitando a los oídos de los guadalajareños. Su historia se asimila mucho al del resto de grupos de dulzaineros de la provincia. La Escuela de Folclore de la Diputación Provincial de Guadalajara fue su punto de partida. Concretamente, por aquel entonces, Javier Barrio era el encargado de impartir clases de dulzaina y fue uno de los precursores en la defensa y promoción de este tradicional instrumento. De hecho, los componentes actuales de Los Mahurotos han ido pasando por la Escuela de Folclore, donde han adquirido los conocimientos musicales que ahora les permiten ser uno de los más reconocidos grupos de dulzaineros de la provincia. Este año, Los Mahurotos han sido los encargados de actuar como anfitriones acompañan al grupo invitado La Marchina. En concreto, Roberto, Manolo, Antonio y Antonio Trijueque son sus componentes. “La dulzainada se empezó a celebrar hace unos años con la intención de que, a lo largo del día, todos los grupos de dulzainas de la provincia y algunos invitados enseñen la música que se puede hacer con la dulzaina”, afirma Trijueque, que además enseña a tocar este instrumento en la Escuela de Folclore.
Otro de los grupos de dulzaineros más famosos de la provincia de Guadalajara son Los Calaveras, cuyo origen, como el de Los Mahurotos, también está ligado a la Escuela de Folclore de la Diputación Provincial. “Nuestro objetivo es enseñar lo que podemos hacer con este instrumento y, a la vez, amenizar los diferentes barrios y parques de la ciudad con esta peculiar música, totalmente diferente a la de las charangas y otro tipo de orquestas”, comenta José Miguel Llorente, uno de los más veteranos de Los Calaveras. “Gracias a Dios, la dulzaina está en pleno auge, aunque costó mucho su reintroducción. No sé exactamente cuántos grupos somos en la provincia, pero creo que habrá alrededor de una decena”, apunta Llorente. Resulta curiosa la razón por la que este grupo se denomina Los Calaveras. “No éramos los que mejor tocábamos y, entonces, como ciertamente éramos unos calaveras, decidimos ponernos ese nombre. Posteriormente, hemos intentado asociarlo a la calabaza que, tradicionalmente, se prepara para el Día de Todos los Santos”, explica Llorente.
En definitiva, una melodiosa y divertida jornada festiva en la que las dulzainas se reivindicaron como instrumentos tradicionales de la provincia de Guadalajara.