Miguel Ángel Revilla: "El mayor problema de España no es la crisis económica, sino la crisis política"

11/06/2013 - 21:34 B.P.O.

Identificados. Así se puede resumir cómo se sintió el público con las palabras del expresidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, reconvertido en los últimos tiempos en un orador nato que, ya sea ante medios de comunicación o foros públicos, manifiesta un pensamiento crítico con el que muchos están de acuerdo. 
A Guadalajara llegaba por primera vez en su vida entre aplausos, agradecimientos y muestras de afecto para presentar su libro Nadie es más que nadie y participar, junto con el catedrático Ignacio Sánchez Cuenca, en una conferencia titulada, precisamente, Nadie es más que nadie en democracia. La cita, no exenta de polémica, se desarrolló finalmente en el salón de actos del IES Brianda de Mendoza gracias a la colaboración de su Consejo Escolar en respuesta a la petición de los organizadores de esta cita, Asociación Arrebol y Asociación Atenea. Cabe recordar que solicitaron el Palacio del Infantado para esta cita y, como el propio Revilla explicó, le fue prohibido "porque iba a hablar de política". 

El salón de actos del Brianda se quedó pequeño y un grupo de unas 200 personas no pudo acceder a su intervención. Haciendo gala de su personalidad campechana, aprovechó el tiempo de disertación de su compañero de mesa para saludar a la gente de la calle y pronunciar para ellos una improvisada conferencia. 
Para empezar, Revilla se preguntó qué cualidades tenía como persona para ostentar un creciente poder de convocatoria. Su resumen fue que era normal, honrado y que se hacía entender porque no hablaba "en simulado diferido". Así, "si ser normal, ser honrado y que se entienda lo que uno dice es noticia, mal va España", reflexionó. 
Aprovechó su intervención para señalar que iba a hacer de las preferentes su particular "cruzada", recordando el suicidio de un hombre de 85 años que, hoy mismo, se hacía público por culpa de la pérdida de sus ahorros. Criticó que se permitiera esta situación cuando "se les ha dado a los bancos 40.000 millones de euros". 
Sus orígenes humildes (probó su primer plátano cuando tenía diez años, como contó entre las risas del público) han hecho de este economista y político de 70 años un referente para quienes buscan una manera diferente de hacer las cosas. Huye de los "depredadores, de los especuladores", como calificó a los ricos actuales, y promueve la crítica, la protesta y, sobre todo, la alternativa a la situación actual. A su juicio, "el mayor problema de España no es la crisis económica, sino la crisis política". De hecho, Revilla cree en las posibilidades del país, centradas principalmente en su potencial como generador de energías renovables (viento, agua y sol) y sus posibilidades en el sector de la agricultura. Eso sí, aclaró el expresidente, "si no se sigue echando a la gente de los pueblos". También apostó por una alianza más fuerte con los países de hispanoamérica, con los que dijo sentirse más identificado que con Europa por cuestiones de idioma y culturales. Éstos pueden convertirse en un mercado mucho más jugoso que el europeo, dado su crecimiento (Méjico un 6 por ciento, Argentina un 5 por ciento...). Ni corto ni perezoso, recomendó a Rajoy que no fuera tan "blando" en sus relaciones con Alemania y que echara un órdago a Merkel si ésta seguía dictando nuevos recortes para el país, sugiriéndola que, en ese caso, "el euro no nos interesa".