El Ayuntamiento regula y limita la publicidad en la calle
El Ayuntamiento de Guadalajara aprobará una ordenanza para regular la publicidad en espacios públicos. Esto supondrá cambios importantes porque hasta ahora no existía, prácticamente, regulación en esta materia. Se notarán, sobre todo, en el casco antiguo, al que se dedica un apartado especial de la ordenanza, y se aplica un control mucho más estricto que en el resto de la ciudad, con el objetivo de proteger y mejorar la imagen del centro de la capital, según ha indicado el concejal Mariano del Castillo.
En esta zona de la ciudad se prohíbe la publicidad en carteleras y vallas publicitarias y los grandes rótulos luminosos, entre otros soporte; otras modalidades se regulan de forma especial. La consecuencia de todo ello es que los comercios y oficinas tendrán que adaptar los rótulos y anuncios de sus establecimientos a los nuevos criterios establecidos. Dispondrán de un periodo transitorio de dos años para hacerlo.
Un ejemplo del descontrol publicitario que existe en esta zona, al que se ha referido el concejal, son lo rótulos de varios negocios que se anuncian en el edificio de oficinas que hay junto a la fachada lateral del Palacio del Infantado. Es algo que, seguramente, tendrá que ser modificado para adaptarse a la nueva ordenanza.
La ordenanza regulará también los anunios de alquiler y venta de pisos, que deberán cumplir ciertos requisitos, y establecerá el proceso para solicitar la correspondencia licencia para las distintas técnicas publicitarias y el régimen de infracciones y sanciones, que van desde los 750 euros a los más de 1.500. Próximamente se aprobarán los precios públicos que regirán en cada caso.
Venta ambulante
Por otro lado, el Pleno del viernes actualizará también la ordenanza de venta ambulante, que data de 2007. La nueva norma pretende subsanar algunas deficiencias encontradas en la anterior y, fundamentalmente, adaptarse a la reglamentación regional y nacional en la materia.
Los principales cambios serán la modificación del baremo de concesión de puestos de venta ambulante. Hasta ahora se tenía en cuenta la vinculación local y el arraigo, cosa que se eliminará para cumplir la legalidad vigente.
Se pretende, además, ha apuntado el edil, responsabilizar a los vendedores en aspectos de limpieza, lo que supone que tendrán que hacerse cargo de sus propios residuos, siendo sancionados si no lo cumplen.
Se incrementa el control sobre los productos alimentarios de temporada (los puestos que se ubican en la planta tercera del mercado de abastos durante el mercadillo de los martes), para garantizar que son productos propios, de la zona y de temporada, porque había alguna denuncia en este sentido.
Se incrementan las medidas de vigilancia y control y se dota a la Policía Local de una herramienta para actuar en caso de venta sin licencia o de productos irregulares. A partir de la entrada en vigor de esta ordenanza podrán decomisar la mercancía e inmovilizar los vehículos.
Se regula también una práctica que ya se viene utilizando en mercadillos ocasionales, como los de artesanía o los mercados medievales. Se trata de dar la gestión a una empresa o asociación en lugar de hacerlo el propio Consistorio.