La Macarena volvió a conmover la noche del Miércoles Santo

17/04/2014 - 12:11 Javier Pastrana Margüenda

“Esta levantá vamos a hacerla por toda la gente que ha venido a vernos”. Apenas un minuto antes de que el capataz arengara a los costaleros de la Virgen de la Esperanza Macarena con estas palabras, la emoción reinaba a las puertas de la Iglesia de Santiago Apóstol. Acababan de terminar con éxito una de las maniobras más complicadas de la Semana Santa de Guadalajara, la salida del paso de la iglesia, salvando el desnivel, casi de rodillas para poder maniobrar con mil kilos sobre sus hombros, a costa de un esfuerzo físico incalculable.
Aplausos y emoción a las puertas de la Iglesia de Santiago tras la salida del paso
Los aplausos y abrazos a las puertas de la iglesia lo decían todo. El calor de quienes se agolpaban en las calles para ver la salida de la Macarena y del Cristo de la Salud también. La devoción es muy capaz de plantarle cara a cualquier partido de fútbol. Por delante iba él, en pleno martirio, conmoviendo las calles con su dolor, amplificado por una estremecedora banda de cornetas y tambores. Por detrás ella, la madre sufridora que se niega a abandonar a su hijo en el momento de mayor dolor. Y junto a ambos, durante las más de cuatro horas de procesión, los hermanos cofrades de Nuestro Padre Jesús de la Salud y María Santísima Esperanza Macarena. De verde, marfil y blanco. Grandes y pequeños, todos fieles a su cita anual con el Miércoles Santo.