Dar de comer a gatos callejeros supondrá multas de hasta 250 euros en Guadalajara

21/04/2014 - 14:53 Redacción

El Ayuntamiento de Guadalajara, en colaboración con asociaciones como La Camada, ha tratado de conjugar la protección animal con el mantenimiento de la salubridad en la ciudad. Una nueva Ordenanza Municipal de Tenencia de Animales prevé multas de hasta 250 euros para las personas que alimenten a perros, gatos o pájaros en la calle y establece la figura del cuidador o alimentador de colonias.
El Ayuntamiento de Guadalajara y la Asociación La Camada están trabajando para cubrir el vacío legal existente en torno a la regulación de las colonias de gatos callejeros de la ciudad. La nueva Ordenanza de Tenencia de Animales de Guadalajara, aprobada por unanimidad a principios de año por el Pleno del Ayuntamiento, sustituye al anterior texto legal del año 2000. En ella se recogen actualizaciones, mejoras y novedades que han surgido del consenso entre la administración local y colectivos de protección animal como La Camada y el Club Canicross de Guadalajara. Finalmente se ha optado por una solución mixta que permitirá proteger a los animales y, a la vez, garantizar los derechos de quienes sufren molestias por su causa.
El texto establece que cada colonia de gatos tendrá un responsable o un alimentador que se encarg
ará de la alimentación de los animales y, también, del control de su esterilización y desparasitación periódica. “De esta manera garantizamos que las colonias no crecen de manera desmesurada”, señala la concejal de Parques y Jardines, Ana Manzano. La edil reconoce que los gatos son animales que hay que proteger y que también son necesarios para las ciudades.
María Tello, vicepresidenta de La Camada, añade que, además, en algunas ocasiones las condiciones de los animales eran muy malas, puesto que habían contraído enfermedades, como en el caso de la antigua colonia de la plaza Mayor. Para permitir que humanos y felinos sigan conviviendo, la nueva Ordenanza Municipal de Tenencia de animales prohibe suministrar comida a perros, gatos o pájaros salvo en espacios habilitados para ello y exceptuando a los cuidadores acreditados por el Ayuntamiento.
El texto se encuentra en el artículo 14 de la normativa sobre Limpieza Urbana y Salud Pública, en el punto número 7. Cuidadores La Camada se encuentra en estos momentos identificando a los cuidadores y alimentadores de las distintas colonias de la capital. Ellos, bajo la supervisión de la Camada y el visto bueno municipal, serán los encargados de garantizar la sana convivencia entre especies en la urbe. Quienes no acaten esta norma se enfrentarán a tres niveles de sanciones: sanción leve mínima, de hasta 100 euros; sanción leve de grado medio, de entre 101 y 175 euros y, por último, sanción leve de grado máximo, de 176 a 250 euros.
La Policía Local determinará cuál conviene en cada caso en función de la intención, la conducta del infractor, la reiteración, las molestias a terceros, etc. En cualquier caso, se establece que la primera vez que la Policía descubra a un ciudadano dando de comer a un animal en la calle le hará un apercibimiento (no una multa) a fin de informarle de la normativa e instarle a que no vuelva a actuar del mismo modo. La Ordenanza Municipal de Tenencia de Animales aún no ha entrado en vigor.
Tras el pertinente periodo de alegaciones (en el que no se presentó ninguna) sólo resta su publicación en el Boletín Oficial de la Provincia, momento a partir del cual su articulado será efectivo. Entretanto, el Ayuntamiento, La Camada y otros grupos como EA, Asociación El Lebrel, Canicross, etc. continuarán trabajando para mejorar las condiciones de los animales, principalmente de perros y gatos, que también han sufrido las consecuencias de la crisis. El Centro de Recuperación de Animales Abandonados de Guadalajara está al límite de su capacidad.
El Ayuntamiento optó, para mitigar en parte la situación, por realizar una esterilización masiva de gatos callejeros a través de un convenio con El Lebrel. Además, La Camada volvió a enviar a Francia a otros 14 perros, 12 galgos, un podenco y una perra de aguas. Allí el respeto y el compromiso con los animales es mucho mayor que en España, donde la sociedad aún tiene una asignatura pendiente contra el abandono animal.