El Marchamalo deja escapar dos puntos

14/09/2014 - 19:18 Ana G. Hernández

El Marchamalo firmó tablas con el Talavera después de un partido dominado por el equilibro de dos rivales muy parejos en todos los sentidos. Y es que, si uno visiona el partido hasta el minuto 64, la imagen de igualdad es absoluta, a pesar de que dependiendo el tramo del partido dominara uno u otro. Pero a partir de ese minuto 64, el duelo se rompió en favor del Marchamalo que desperdició una ocasión de oro para derrocar a uno de los colosos del campeonato.


Las medulares de ambos equipos fueron las protagonistas en los primeros lances hasta que Mena dio el primer aviso serio. Una doble ocasión que se saldó con una buen intervención de Sebas y una pierna salvadora de Illana. Murci fue el siguiente en generar peligro sobre el marco gallardo, pero el cuero se marchó desviado. Javi Hernández contrarrestó el poderío ofensivo blanquiazul para dar alas al Marchamalo hasta el tiempo de descanso. Ya en la segunda mitad, el colegiado anuló un gol a Cabanillas por un fuera de juego anterior.


Los de Juan Alonso se estaban haciendo dueños y señores del choque y el gol no tardaría en llegar. Fue Miguel Pérez el encargado de adelantar a su equipo con una gran lanzamiento desde la frontal, después de varios derribos en el área. Lucas contestó inmediatamente, pero, nuevamente Illana repelió su disparo. El Talavera se resistía a morder el polvo, mientras su portero regalaba un tanto a Cabanillas que finalmente fue sacado bajo los palos por Sergio Rodríguez. No fue Cabanillas el autor del segundo, pero sí Palencia.


Era el minuto 75 y el partido estaba prácticamente sentenciado hasta que el colegiado entendió que Sebas cometió penalti sobre Murci en una salida de puños. Penalti muy riguroso que el propio Murci se encargó de transformar. El Talavera se vino arriba, a pesar de que Pedraza seguía empeñado en regalar goles a Cabanillas. Daba igual, porque el delantero ayer no estaba dispuesto a cobrarse los errores del meta rival. Y en la siguiente jugada, Sergio Rodríguez remataba una falta botada desde el centro del campo al fondo de las mallas. Tras de diez minutos fatídicos, sonaba el pitido final.