Funeral laico

05/04/2014 - 23:00 Luis Monje

El funeral laico que añoró Rosa Díez, de UPyD, con motivo del oficiado por Suárez me recuerda lo de la Primera Comunión laica que propuso otro iluminado. Está visto que sólo el progresismo tiene ideas para el perfeccionamiento social. En este caso me hubiese gustado, para complacer a Rosa Díez, Soraya Rodríguez y otras dignas damas de la Izquierda, que el oficiante de la ceremonia laica y, por tanto, autor de la homilía, hubiese sido Rubalcaba y no monseñor Rouco Varela, que sólo por ser arzobispo de Madrid se creyó con derecho a presidir la ceremonia litúrgica. El caso era figurar y salir en primer plano de la televisión, para luego aconsejarnos la patochada de que aprendamos del ejemplo y del patriotismo de Suárez, al que, por cierto llamó “hermano”.
Lo que hizo sospechar a algunos de los presentes que lo fueran de cierta logia. No digo francmasónica para no dar pistas. En todo caso, poner como modelo de político a Adolfo Suárez, que era católico y de derechas, fue una ligereza de Rouco en un acto con muchos políticos prudentes y moderados, aunque también los había de izquierdas. En cambio, si la homilía hubiese sido rubalcanesca, dado su reconocido talante de colaboración con el Gobierno y de defensa de la unidad de España, su intervención hubiese sido incluso aplaudida, iniciando así la modificación del arcaico protocolo de la Iglesia para adaptarlo al cambio que requiere un funeral laico.
Y lo que digo del funeral que nos emocionó a todos, menos a algunos de los presentes en la Almudena, vale también para el Himno Nacional, interpretado en el momento de la Consagración. ¿Quién tuvo esa original idea sabiendo que estaban allí las dignas damas antes citadas? ¿Es Dios tan importante, aunque, al parecer, Jesucristo era socialista, como para que el himno tan querido por todos los españoles fuera interpretado en su honor cuando el Señor se hace presente, sabiendo que, al parecer, todos los asistentes eran extranjeros, budistas, musulmanes, o algo así? Con Rubalcaba o con el barbudo Méndez, ¿por qué no? en lugar del arzobispo, no hubiese sido posible eso. Y la bandera de España sobre el catafalco, ¿cabe mayor provocación? Aprovecho, pues, la ocasión, como hacen los izquierdistas sin venir a cuento, para ondear simbólicamente mi bandera tricolor que solo por ignorancia no usó la primera República española, presidida en menos de un año por los ignorantes Salmerón, Pi i Margall, Figueras y Emilio Castelar.