Del Barça-Madrid

14/04/2014 - 23:00 Pedro L.Toledo

Hace ya muchos años, que no me dedico a la Administración de Fincas. Pero aún recuerdo a un Presidente de “esa su Comunidad”, que perpetuado de manera indefinida en su cargo, se las apañaba para poner la Junta General Ordinaria de la Comunidad, coincidiendo con un Real Madrid-F.C. Barcelona (o viceversa). A dicha Junta, previa convocatoria en legal forma, acudía él, acompañado con los votos por representación que se había “trabajado”, con lo que allí se terminaba haciendo lo que dictaban sus santas narices. Esto nos puede dar una idea, de la importancia que tiene el deporte rey en nuestro país. De hecho la semana pasada, todo el país estuvo pendiente del sonoro ridículo del Real Madrid en Dortmund o de la perezosa de Messi ante el Atlético de Madrid. De igual modo que este miércoles, quedará paralizado por la final de Copa. Sin embargo, desde muchos sectores, surgen voces de protesta. Hay gente que no puede entender, que le demos más importancia a cómo se ha despertado Cristiano o a la uña del dedo meñique de Leo, que a lo mal que funciona la Sanidad o la Educación. Sin embargo, yo diré que vivimos en una sociedad, en el que el Estado del Bienestar ha saltado hecho pedazos. Hay familias enteras, de las que hace cuatro días se iban de vacaciones 15 días, con cargo a la hipoteca de su nuevo adosado, que ahora a duras penas sobreviven con el apoyo familiar y la economía sumergida.
El FMI, nos dice que nuestra economía mejora, pero insiste en que ahondemos aún más en esta austeridad que nos ha llevado a la más absoluta ruina caracolera. Los que mandan, nos “venden” una nueva reforma fiscal, rebajando impuestos a “tutiplén” pero no olvidamos, que son los mismos que en su programa electoral nos dijeron que los iban a bajar un mes antes de subirlos. Los de enfrente de estos, todavía no tienen claro si perdieron o ganaron las últimas elecciones. Siguen los mismos perros, los mismos collares, en los mismos puestos y con el mismo discurso. Las ventanas sin abrir, no sea que se ventile y se desmorone el castillo de naipes. Con lo que, perspectiva de cambio, no hay mucha. Y ante ello, poco más nos queda que no sea alegrarnos por este nuevo clásico y con ello por el invento del “panem et circenses” y recordar que “…hace ya mucho tiempo, de cuando no vendíamos nuestro voto a ningún hombre, hemos abandonado nuestros deberes; la gente que alguna vez llevó a cabo comando militar, alta oficina civil, legiones— todo, ahora se limita a sí misma y ansiosamente espera por sólo dos cosas: pan y circo” Décimo Junio Juvenal, Satira X, aprox. Año 100. Que la fuerza os acompañe.