Única en España

03/05/2014 - 23:00 Pedro Villaverde Embid

El viernes, 25 de abril, se puso fin a los actos del Bicentenario de la Diputación provincial y nuestro periódico ha querido este viernes ofrecer un resumen exhaustivo del más de medio centenar de actos con el que la institución ha explicado la función que viene desempeñando desde hace 201 años. Incluimos en esas páginas, que se nos han quedado cortas, la valoración de la presidenta provincial, Ana Guarinos, que para contar sus impresiones y hacer balance nos honró visitando nuestra redacción. La Diputación nace en obediencia al mandato de la Constitución Neoliberal de 1812 que organiza el territorio español por provincias, lo que significa que el resto de diputaciones provinciales tuvieron que constituirse poco más o menos al tiempo que la de Guadalajara. Sorprende pues que en ningún otro punto de España se haya destacado la efeméride, cuando existen también otras provincias que al igual que la nuestra están dispersas en múltiples y pequeños núcleos de población cuyas necesidades han sido, son y tendrán que ser atendidas, principalmente, por esta administración. Algunas la han felicitado, cuentan, pero no la han imitado, tal vez por pereza o por falta de políticos y personal con la implicación necesaria. Han sido muchas horas de organización, de programación, de dedicación, de trabajo, de ilusión… y para eso hacen falta ganas, cariño, agradecimiento y tiempo. Es única la de Guadalajara, además, porque todos los servicios que presta desde su ideación hasta su ejecución, por ejemplo los distintos planes provinciales, se hacen en la propia administración, es decir, que a diferencia de otras diputaciones, no se externaliza nada, salvo algún tema de nuevas tecnologías, más reciente. La historia de la provincia va de la mano de la historia de la Diputación. Otro tema es que sea precisa la reforma de las administraciones locales para racionalizar competencias y optimizar la gestión de los recursos públicos. Hay que adelgazar las estructuras de un aparato que no ha parado de engordarse, en particular desde la creación de las autonomías. Pero debe hacerse sin que las diputaciones pierdan su esencia, aunque se retoquen en algo.