El necesario gobierno

Comentábamos la semana pasada sobre la continua campaña electoral a la que solemos estar sometidos. Si vemos o escuchamos cualquier medio de comunicación nos daremos cuenta de que es casi permanente el bombardeo que todos sufrimos sobre algún tipo de elecciones. Esta noche finaliza una nueva campaña. Son sin duda éstas el tema que más suele ocupar en nuestros medios de comunicación, esta semana con varios debates. Además suele ocurrir que de tanto hablar de algo es fácil que se cometa más de un error… y entonces la atención sobre el asunto parece dispararse exponencialmente. Esto hace que parezca que estamos siempre en elecciones continuas y no solo cuando realmente lo estamos. Pero no es que lo parezca pues si bien lo analizamos es una realidad. El que está en el poder parece que cuanto hace lo haga pensando en perpetuarse en él. Y no digamos si algún pretendiente a ser elegido comete algún error. .. pues entonces casi todo se le convertirá en un altavoz que le persigue. Si pensamos en alguno de los últimos debates para las elecciones a Europa podemos constatarlo, hasta el extremo de que haya quien pueda pensar que se gobierna más pensando en cómo ganar las próximas elecciones más que en hacerlo bien o lo mejor posible para mejorar la vida de todos. Si tenemos en cuenta a Aristóteles cuando dice que “Un Estado es gobernado mejor por un hombre bueno que por unas buenas leyes” ¿cómo sabremos encontrar a ese buen hombre?” “ Cómo sabrá gobernar a los demás quien no sepa gobernarse a sí mismo” según decía Confucio. Estamos de acuerdo con aquel que decía que “gobernar quiere decir hacer descontentos”, pero sería bueno que quienes gobiernen pensasen un poco más en los gobernados. Que se fijen más en lo que ellos ofrecen que en criticar a los adversarios, que la gente no es tonta y sabe crearse su opinión y votar a quienes quiera. Lo que todos queremos es que la vida sea mejor para todos y no sólo como a veces puede parecer para quienes gobiernan. Y que tengan en cuenta quienes gobiernen que es más fácil hacer leyes que gobernar, y que se acuerde de Lope de Vega cuando escribía “quien gobierna mal descansa”.