El PP trabaja para mejorar los problemas de España

13/07/2014 - 23:00 Gabino Cogollo

La crisis económica producida en España en torno al año 2008, acentuada por el nefasto gobierno de Rodríguez Zapatero, que se empeñó en negarla, ha sido aprovechada por los grupos antisistema y los nacionalistas para dañar nuestra imagen, desacreditar las Instituciones del Estado e intentar romper nuestra estructura como nación. No solo no colaboran en la salida de la crisis, sino que contribuyen a que la misma se alargue. En esa línea de falta de colaboración y solidaridad, nos encontramos con las irresponsables políticas que están llevando a cabo CDC y ERC en Cataluña, con Artur Mas y Oriol Junquera, enfrentados al Estado español buscando su ruptura. De nada les sirve que la Constitución de todos, nuestra ley de leyes y que el Presidente de la Generalitat prometió o juró cumplirla en su toma de posesión, marque el camino para la convivencia de todos los españoles. Ellos se consideran por encima y la transgreden y traicionan de manera continuada. La historia les juzgará; pero el Sr. Mas está haciendo daño a España, con políticas más propias de un iluminado que de un responsable político. Perjudica también y de manera notable a una Comunidad que siempre se ha distinguido por su buen sentido, emprendimiento y responsabilidad.
Las consecuencias se visualizan día a día con los importantes recortes sociales que realiza, la huida de la inversión extranjera… A pesar de todo ello nuestra nación sigue avanzando gracias al esfuerzo y al trabajo del Partido Popular con Mariano Rajoy y María Dolores Cospedal a la cabeza. Por otra parte, aprovechando la crisis, nos encontramos con grupos de personas que parece ser añoran la falta de libertades y quieren volver a los tiempos preconstitucionales. Es el caso de la Plataforma “Podemos” en el que sus “lideres” Pablo Iglesias y Juan Carlos Monedero, se declaran admiradores de la “revolución bolivariana”, introducida en algunos países Iberoamericanos por el que fuera general golpista Hugo Chaves y continuada por su delfín Maduro. También admira otros regímenes como el de los hermanos Castro en Cuba. Es decir quieren traer a España el modelo de unos gobiernos que encarcelan y torturan e incluso llegan a matar a los disidentes, no permiten vivir en libertad y cierran periódicos, cadenas de radio y emisoras de televisión no afectas a su régimen. Por otra parte el Sr. Iglesias ha declarado que los crímenes de Eta tienen una explicación política, declaraciones lógicas de quien es uno de los hombres de Herrira (red de apoyo a los presos de Eta) en Madrid.
Ante las circunstancias adversas que nos hizo vivir la crisis a la que nos llevó el PSOE , mientras algunos las aprovecharon para “sacar tajada” en su propio beneficio , el Partido Popular tanto a nivel de Estado, como en Castilla la Mancha trabajan desde el primer día en que comenzaron a gobernar con denuedo y sacrificio para sacarnos del abismo. Es ese mismo PSOE, que nos metió en la crisis el que ahora con sus problemas internos, tras la dimisión de Pérez Rubalcaba y luchas intestinas por conseguir sus parcelas de poder, el que pone obstáculos para la resolución de los principales problemas que tenemos los españoles como son el del paro, especialmente de los jóvenes, la ayuda a las pequeñas empresas y autónomos, regeneración democrática, aplicación de medidas como reducción de impuestos y una larga serie de decisiones tendentes a salir de este embrollo en el que nos metieron. Sus razones para no apoyar estas medidas son de lo más peregrinas, como las de falta de tiempo para su estudio, la urgencia de las mismas, falta de democracia…
Sencillamente no quieren, aunque perjudique a los españoles, que sea el PP quien lidere la recuperación. Los españoles si esperamos que los socialistas acierten en la elección de un Secretario General con visión de estado, dispuesto a consensuar con el PP las grandes políticas y colaborando en el mantenimiento del pacto constitucional. Afortunadamente hay un Gobierno que gobierna, sostenido por un Partido Popular, cuyos líderes han sido capaces de mantener el pulso en momentos muy difíciles y tomar las decisiones, impopulares muchas veces; pero cuyos resultados positivos se están empezando a notar en forma de creación de empleo, creación de riqueza, aumento de las exportaciones y regeneración democrática.