Una fecha especial

Cada aniversario es motivo de celebración pero algo especial tienen aquellos con cifras redondas que son capaces de emocionar con mayor intensidad. Así lo comprobamos en la historia de Nueva Alcarria, el periódico que ha alcanzado estos días, concretamente el martes, sus 75 años de vida y que ha conmemorado, las hemerotecas así lo atestiguan, sus distintas efemérides con especial intensidad. El número 1.000, en 1958, fue la primera ocasión para editar un número extraordinario y celebrar un almuerzo con las primeras autoridades como antes se decía. Ya hubo una comida de postín también en 1955 al recibir la cabecera un prestigioso premio a nivel nacional, pero si seguimos mirando observamos como las bodas de plata, primero, los cuarenta años después, el número 2.500 más tarde, el cincuentenario, los sesenta, sesenta y cinco y finalmente setenta años han sido excusa ideal para comidas, exposiciones y ediciones extraordinarias. Cumplir años, quemar etapas, es motivo siempre de alegría, de emocionado recuerdo a los que hicieron posible el medio y faltan, sin los cuales no habríamos llegado hasta aquí, de sincero agradecimiento a los que siguen trabajando con dedicación y vocación en tiempos muy difíciles, y sobre todo de reconocimiento a los que realmente han hecho posible esta realidad, los lectores y anunciantes, la sociedad de Guadalajara que siempre aceptó a este periódico como fuente de información y de entretenimiento.

Etapas políticas, momentos económicos muy distintos y diversas generaciones de periodistas y colaboraciones se han sucedido para dejar alegrías y lamentos, para escribir una historia llena de acontecimientos que Nueva Alcarria como fiel notario ha contado en sus páginas siendo en la actualidad su hemeroteca el documento más completo a consultar para conocer lo que ha pasado en la provincia en estos últimos 75 años. Llegamos a este cumpleaños en una época complicada, de muchos sacrificios y esfuerzos. Por ello debe ser grande la gratitud a cuantos siguen trabajando porque el periódico llegue a las casas, desde periodistas, hasta distribuidores, administrativos y gestores, y de manera particular, como decíamos antes, a los lectores y anunciantes, razón de ser de cualquier medio. Con su complicidad seguiremos adelante compartiendo lo que el futuro nos tenga deparado.