¿Seguimos igual?

Cada día trae su afán dice el vulgar decir. Y así pasan las horas, los días y los años. Casi sin darnos cuenta por aquello de la fugacidad de la vida nos encontramos de nuevo ante este mes de diciembre, mes frío, pero festivo y alegre por las Fiestas Navideñas que en él se celebran. De noviembre se dice aquello de bendito mes que empieza por todos los santos y acaba con san Andrés. Pero resulta que le sigue diciembre, mes en que la alegría se desborda porque en él se celebran las Navidades, esas tan entrañables fiestas, sobre todo religiosas…pero que vienen acompañadas de unas siempre bienvenidas vacaciones. Los niños dejan por unos días su principal obligación y los mayores tienen que aguantarlos, pero con alegría…Tiempo, pues de vacación para muchos… Diciembre pone fin a un año y se le piden bienes para el siguiente.

El ingrediente que suele traer también es el de pasar de año en esa mágica fiesta de las Campanadas…Es pues un mes de alegría para niños en especial y para todos en general. Suele pedírsele al nuevo año toda suerte de parabienes siendo lo más repetir aquello de Feliz Año Nuevo. Las peticiones siempre son las mejores aunque luego sean muy difíciles de que se den. El hombre, ese animal de costumbres, suele repetir una y mil veces las mismas frases de un año mejor, más feliz y abundante en bienes tan necesarios siempre. Se sueña siempre con una Navidad feliz y Año Nuevo lleno de prosperidad…que se viva mejor, que todos estemos más humanizados…pero luego resulta que la cuesta de enero nos pone en la realidad que siempre y en las actuales circunstancias está siendo más que dura. Parece que los buenos deseos no pueden llegar a formar esa cadena de prosperidad tan necesaria par mejor vivir. A alguno quizá le haya tocado la Lotería pero sólo a algunos…La mayoría solemos tener que aguantarnos con seguir pidiendo la salud…que en definitiva es lo mejor. Los niños habrán recibido los regalos de los Reyes Magos, pero tendrán que seguir haciendo méritos en sus obligaciones… La vida seguirá con esa cuesta de enero que devuelve a todos a la normalidad. No queremos hablar ni de Política, ni de otras cosas necesarias en el imprescindible vivir. Eso si, soñaremos por unos días….