Vaya tropa

30/01/2015 - 23:00 Javier del Castillo

El currículo de Juan Carlos Monedero, número tres de Podemos, es más falso que los billetes de quinientos euros que hace unos días les lanzaban al “honorable” Jordi Pujol y a su “encantadora” esposa Marta Ferrusola a su llegada a los juzgados de Barcelona. Su nombre no aparece registrado en las Universidades en las que dice haber impartido sus vastos conocimientos políticos y económicos. “No conozco al señor Monedero y tampoco recuerdo habérmelo encontrado”, ha afirmado el prestigioso politólogo alemán Claus Offe, con el que supuestamente el dirigente de Podemos habría impartido un curso como profesor invitado en la Universidad Humboldt de Berlín, cuna de grandes sabios, como Schopenhauer o Einstein. Tampoco le ponen cara a Monedero en el Banco Central Europeo, para el que dice haber trabajado, ni en la Universidad Iberoamericana de Puebla (México). Sin embargo, sí sabemos con certeza que cobró 425.000 euros por asesorar a los gobiernos de Venezuela y Bolivia, pese a tener dedicación exclusiva en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociología de la Complutense. Y también que le gusta hacerse fotos con prestigiosos profesores, como el filósofo alemán Jürgen Habermas en 2003, que luego cuelga en su página web. Salvando las distancias, podemos decir que es una versión mejorada del Pequeño Nicolás, adaptada al mundo universitario y más tarde al político. Al fin y al cabo, los dos son fruto de una sociedad en la que medrar, desde el fraude y la mentira, sale prácticamente gratis. Aquí se miente más que se habla, pero no pasa nada. Los currículos se manipulan, se adaptan o se engordan en función de las necesidades de cada cual. Mientras en Alemania un ministro se ve obligado a dimitir por haber plagiado en su juventud unos cuantos párrafos de una tesis doctoral, aquí se disculpa al mentiroso o, como mucho, se le abre “una investigación reservada”, que es lo que ha anunciado el rector de la Complutense. A Monedero se le está atragantando el roscón que tomó en casa de Carmen Lomana. Pero no por mentir en su currículo, sino porque representa a una formación política que quiere dar lecciones de ética y moral a “la casta”, mientras por detrás se lo están llevando. Monedero hace honor a su apellido y no todo el monte es Bárcenas.