El auditorio

08/02/2015 - 23:00 Pedro Villaverde Embid

Decía un sociólogo que todos solemos hablar de nuestros tiempos vinculándolos a los de la adolescencia cuando en realidad lo son todos mientras vivimos. Tal vez es que sean los años que con mayor ilusión e intensidad se disfrutan y los que se recuerdan por eso con más cariño a medida que nos hacemos mayores. La cosa es que esta semana ha vuelto a mi memoria aquella feliz época de la primera juventud con motivo de la desaparición de la faz de Guadalajara de una instalación en desuso y con apariencia de estar abandonada y bastante deteriorada. Me refiero al auditorio municipal donde al menos en dos ocasiones fui jurado del certamen de Miss Guadalajara en aquellos años en que el hipermercado Gelco organizaba una gran gala y convertía en evento la elección. También por allí disfruté, al menos, de los conciertos de Ricky Martín y Mónica Naranjo y cubrí para el periódico el certamen de jotas que Xinglar ofrece cada año con motivo de las ferias y fiestas que por entonces se celebraban en el recinto de Adoratrices (hoy se programa en el Multiusos). Tal vez echando un vistazo a las páginas de los periódicos de finales de los noventa me vendrían a la memoria más momentos vividos en un lugar céntrico de la ciudad que desconozco porqué motivo cayó en la más absoluta de las desgracias hasta su actual derribo. Es verdad que nunca fue cómodo. Los asientos eran duros y no había respaldos. Me suena que se intentó sin éxito hacer cine de verano, pero tampoco es menos cierto que la imaginación ha brillado por su ausencia en los distintos gobernantes municipales, incapaces de dar usos a este auditorio, como los ciudadanos de proponerlos. Ya no es tiempo de lamentos, eso sí. Toca mirar hacia delante y en esta ocasión lo hacemos para expresar que no entendemos la construcción sobre este espacio del enésimo parque en la zona. Al lado de la Concordia, de San Roque, del viejo recinto de Adoratrices y pegado a don Bosco, otro pulmón verde para la ciudad. Nos gusta la naturaleza, el aire puro, tener sitios para el esparcimiento de los niños y el descanso de los mayores, es calidad de vida, y nos alegra que se recuerde a Adolfo Suárez, pero ¿No hay otros servicios que prestar como más sitio para aparcar, por ejemplo? ¿Qué fue del centro médico que se proyectó y de otras ideas de la asociación de vecinos de Adoratrices? ¿No se podría haber utilizado tanto espacio para campus universitario? ¿Y de la cárcel qué?