De Sacedón también tiene sed

El pasado 15 de febrero se cumplieron 48 años, desde que tal día de 1967, se aprobara el Anteproyecto General de Aprovechamiento Conjunto de los Recursos Hidráulicos del Centro y Sureste de España. Las obras del trasvase comenzaron en 1969 y finalizaron en 1979. En ese año comenzó la sangría de una comarca. En la misma, hay una costumbre, muy arraigada y que marca uno de los hechos diferenciales en la sabiduría tradicional “sacedonita”: nuestra forma de jugar al mus. Es posible que al leer esto, más de uno, esté pensando que jugamos a 35 piedras, que vale la real, el deje de pares o cuestiones técnicas similares. Pues no, cuando hablo de la forma de jugar al mus, me refiero a la calidad intrínseca “sacedonítica” para desarrollar con solvencia y desahogo, cada parte del juego. Solvencia y desahogo que nos hace invencibles. Con lo que, nos resulta indiferente el jugar a 30, a 35 o a 40 piedras. Nos da lo mismo que valga la real, con la sota de oros, con cualquier sota o con cualquier figura. Que haya deje a pares o que los treses sean reyes o no lo sean. Cuando uno o una de Sacedón, se sientan a jugar “sobre el verde tapete reclinado” solo hay una cosa clara, sus rivales van a terminar, pasando la barriga por la barra, para tener que pagar lo consumido. Cuestión está, tan asentada en el refranero castellano, que incluso se acuñó una expresión al respecto: “Si contra un@ de Sacedón vas a jugar, ya sabes que vas a pagar”. Habrá quien se pregunte por el motivo de que no arrasemos en los campeonatos. Es claro y evidente, no somos gente de abusar. Es legendaria nuestra generosidad y amabilidad para con el prójimo. No hay más que observar cómo está Entrepeñas; llevamos 35 años compartiendo y regalando nuestra agua, con Ciudad Real y Murcia, casi sin quejarnos y por supuesto sin recibir nada a cambio. Cada legislatura, nos prometen inversiones y mejoras; cada legislatura, nos engañan. Eso sí, es posible que algún día, tomemos conciencia de lo nuestro y descubramos que realmente, no podemos consentir bajo ningún concepto, el ver un precioso entorno natural, que un día fue conocido como el Mar de Castilla, hecho un auténtico lodazal. Y ver como cada vez se empobrece más nuestra zona. Y cuando llegue ese día, este pueblo sufrido y toda su comarca, (esto es toda la provincia de Sacedón), dejará de estar arrodillado ante la opresión de la clase gobernante, (sea del partido que sea) y se levantará, dejando a un lado la Pequeña inteligencia de nuestros políticos y echando un órdago a Grande, a Pares y a Juego, para demostrar a todos que ¡Sacedón también tiene sed! Que la fuerza os acompañe.