Mayo

02/05/2015 - 23:00 Pedro Villaverde Martínez

En otras ocasiones hemos descrito hasta con cierta emoción las tradiciones de nuestros pueblos en torno a ese paso del abril cumplido a la llegada de mayo. Son muchas las celebraciones que en ellos se hacían: ese pujar por una determinada moza en la ronda que marcaba el paso de mes. Son muchos, por no decir en casi todos, los pueblos que conmemoraban esa noche y primero de mayo como algo mágico, igual que esa tradición de los mayos cantados con letras muy parecidas. Queremos hablar de ese mes de mayo del que suele decirse tener la llave del año. Suele con frecuencia oírse aquello de viene como agua de mayo. Por algo será. Y de pequeños solíamos, cuando llovía, salir a mojarnos, sobre todo el pelo, para que creciera más y además bueno. ¡Son tantos los dichos y refranes que tienen como referencia al mes de mayo! En la historia y en la literatura se hacen constantes referencias a este mes que además lleva en lo religioso el apellido de mariano. Que por mayo era, por mayo, cuando la calor calienta, cuando canta la calandria… preciosos versos del romance del cautivo. Abril ha pasado, y aunque algo de lluvia nos ha dejado todavía nos hubiera gustado que hubiera sido más acordándonos de que el agua es uno de los mejores y más necesarios elementos que se necesitan. No será suficiente para poder afirmar que esté asegurado el abastecimiento de agua pero nos viene muy bien y además nuestros campos podrán alegrarnos con su verdor y tal vez otorgarnos una gran cosecha. Uno piensa que mayo es un mes en que la naturaleza se presenta con toda su belleza y atractivo a los ojos. También es el mes de las flores…con todos sus matices religiosos. Un mes, sin duda, para alegrar la vista y el corazón, y para ser cantado por los mejores vates e incluso por las torpes o mediocres plumas que suelen abundar más. Esperemos que este año se muestre pródigo y abundante con la precaria economía que padecemos y que ya hemos mencionado. Pero lo que sí deseamos todos es que las cosas mejoren y mucho, y no porque haya elecciones, que sin duda son importantes siempre, sino porque necesitamos sin paliativos que aquello de “críame este pelo y sea bueno…” sea una realidad porque la precisamos como esa agua de mayo.