Políticos y mujeres

Nunca como ahora ha sido tan clara la desconexión entre los políticos y la gente y en pocas áreas se ve esto como en las necesidades de las mujeres. Echo en falta que ningún partido haya propuesto la inauguración de la casa de la Mujer en Guadalajara y mucho me temo que tampoco en Castilla la Mancha como una forma de dar cauce a las aspiraciones y reivindicaciones que las mujeres tenemos en un territorio donde el tema de la igualdad entre los sexos deja mucho que desear. Hace años se dedicó mucha energía a crear asociaciones de Mujeres en todos los pueblos de Guadalajara con el fin de que recibieran subvenciones para hacer viajes o celebrar meriendas. Fue la táctica de distracción, pasivización y de ocio tan efectiva que desde el partido en el poder se vieron obligados a promover una federación de asociaciones de mujeres para lidiar con la burocracia de las meriendas y los viajes. Cuando aquellas subvenciones desaparecieron no se volvió a saber más de la supuesta actividad reivindicativa de la Mujer en Guadalajara. El resultado es que las mujeres hemos sido anuladas como grupo capaz de contribuir activa y políticamente a la creación de nuestra sociedad. Las mujeres, la mitad del cielo en esta fiesta de la pseudodemocracia, no están ni se las espera. Por eso ni se las menciona. Ni se incluyen en las propuestas sus reivindicaciones de antaño. Tan poco cuentan que ni se las nombra como grupo específico, con necesidades y mirada propias. La propuesta de una casa de la Mujer en un municipio como en de Guadalajara con una casa de la Juventud y otra de la familia acabada de inaugurar en El cuartel del Henares parece que hubiera sido lo lógico pero ni se les ha pasado por la imaginación. Las asociaciones de mujeres de este municipio se reúnen en los distintos centros sociales y realizan actividades de ocio. Esto es todo. Las mujeres que se unen para analizar su problemática no tienen un lugar común y un espacio de Mujer. Porque en la concepción tradicional no existe el espacio para ésta si no está vinculado a sus roles tradicionales. Hace falta una Casa de la Mujer donde encontrarse con diversos grupos de mujeres, acudir a jornadas, participar en debates, crear y organizar actividades, informarse sobre derechos, recursos y servicios dirigidos a las mujeres y un largo etcétera. Quede constancia de que desde la Federación Progresista de Asociaciones de Mujeres y Consumidores de Guadalajara echamos de menos la creación de una casa de la Mujer feminista inclusiva, laica, plural, abierta, apartidista, solidaria, autónoma, independiente y generadora de ideas y recursos para resolver nuestros propios problemas sin tener que recurrir al asistencialismo actual.

Ernestina Coello fue fundadora hace 25 años de la Asociación Internacional Mujeres y en la actualidad es presidenta de Fepamuc Guadalajara.