Sabinas, poesía e historia

Árbol sagrado de los iberos, reliquia del terciario, armazón de las carabelas de Colón, corazón del Señorío... No es un poema sobre la sabina. Eso lo hacen mejor y nos lo mostrarán una docena de poetas de la tierra, que este sábado 20 desgranarán sus versos en el singular marco del castillo de Zafra, acostado sobre la sierra de Caldereros. “Son árboles con alma”, defiende Begoña Benito, promotora de estos encuentros, en un entorno rural donde no suele haber eventos culturales y falta gente pero sobran motivos de inspiración. El anterior recital se celebró entre Lebrancón y Escalera, frente a una paridera de barda, construida con ancestrales técnicas que usaban tronco y ramas de este árbol fuera de época, coetáneo de los dinosaurios. En Amayas se conserva una que soporta la techumbre entera de un corral o aprisco cubierto del ganado. En la iglesia de Torete otra sirve de altar, con el sagrario en el tronco, la Virgen y el Niño en los brazos y coronada con una cruz y un Cristo. Pocas plantas -en cualquiera de las variedades, según altitud- tan arraigadas como la sabina en la cultura popular de esta comarca. Explotadas desde tiempo inmemorial, son apreciadas por su resistencia, agradable olor (su nombre significa “portadora de incienso”) o alimento para el ganado en invierno.Aunque su gran función ha sido albergar una gran diversidad de flora y fauna a través de los tiempos. Qué decir de su longevidad! Los botánicos aseguran que algunos ejemplares de Labros, Hinojosa o Mochales vieron pasar al Cid en su destierro. Muchas han sido testigos de nuestra historia. “Hay gran similitud entre las sabinas y nuestros mayores. Representan su coraje, su vida austera en un suelo pobre… ”, dicen los poetas. Aunque sin pretensiones muy filosóficas o intimistas, sus poemas no están exentos de magia literaria y artificios verbales. Se inspiran en el campo, el río, la gente, el pastor, el paisaje y los pueblos. “Pretendemos que sea muy local, comprensible, sencilla pero con sustancia, dirigida a quien quiera compartir algo suyo, escrito con sentimiento”, explican. Como prueba, la velada se cerrará con un poema musicado de homenaje a los once que perdieron la vida defendiendo el monte en el trágico incendio del 2005. ¡Diez años ya! .