De los Juegos del Hambre del Agua

20/08/2015 - 23:00 Pedro L.Toledo

Por suerte ya nada queda de aquella terrible guerra. Viudos, huérfanos, hijos sin padres y sin madres. Eso fue lo que trajo la guerra del agua. 13 Distritos se rebelaron contra el país que les alimentó, amó y protegió. El hermano se volvió contra el hermano, hasta que no quedó nada. En ese momento Gale le interrumpió. - Pero, el agua venía de la cabecera del Tajo, por tanto, era el Tajo el que alimentaba al Levante y con él al Capitolio. - Te equivocas, querido Gale. El agua venía del Tajo, pero era aquí en el Capitolio de Panemurcia, donde esa agua que ellos no saben aprovechar, la convertimos en tomates, pepinos, judías e incluso en verdes campos de golf, para mayor gloria de nuestro turismo y de nuestra nación. - ¿Me quiere decir que entonces el agua no era suya? - ¿Suya dices? ¿Por qué iba a serlo? Siempre nos la han dado a nosotros, auténticos hacedores del bien de todos los Distritos. De hecho nunca hemos pagado nada al Distrito 13 de Sacedón, ahora totalmente destruido. Más bien al contrario. Siempre nos hemos encargado de “edulcorarles” la verdad. - Eso casi suena a engaño. - Nada más lejos de la realidad. No sé si recuerdas, que antes de la guerra del agua, nos tiramos dos o tres décadas, prometiéndoles un nivel mínimo. Ese nivel, como no podía ser de otra forma, lo cambiábamos según nos era necesario más o menos agua. También les prometimos un gran azud, que nunca hicimos. E incluso, cuando comenzaron a moverse en aquellas obsoletas redes sociales en el año 2015, justo antes de que se secara por completo Entrepeñas, yo mismo les prometí que iba a acondicionar todo el vaso e incluso a cementarlo para evitar fugas de agua, como había habido en años anteriores. La verdad era muy dura, pero nos encargamos de hacérsela más llevadera. - Pero Presidente Snowjoy, usted cree que hubo quien le creyó. - Oh, por supuesto hijo mío. Muchos lo hicieron, piensa que tenemos todos los medios, para que la gente nos crea. Entonces incluso rescatamos un antiguo sistema de marketing del franquismo, llamado NODO. Justo entonces, detrás de ambos, salen imágenes en cuatro dimensiones. Son imágenes del Telediario de la 1. Se muestran una gran manifestación con millones de personas. Todos los que participan, parecen chinos, de hecho en el rótulo pone que la manifestación es en Murcia Capital, pero se ven imágenes de edificios de Sanghái. El presidente se mesa su barba blanca y continúa. - La gente cuando está desesperada, cree lo que nosotros que debemos pensar por ellos, queremos que piensen. Al fin y al cabo es por su bien. Pero dejemos el pasado y centrémonos en la presentación de los Septuagésimo Quintos Juegos del Hambre. Desde entonces, desde que llegó la paz, el pueblo resurgió de las cenizas y una nueva era comenzó. Entre unos pocos, conseguimos “muscular” la democracia y con ello alcanzamos la libertad para todo el mundo, liberando a la gente de la obligación de pensar y de decidir. Sabias son sus palabras sin duda, querido presidente. - Sabias, afortunadas y agradables a todos los oídos, como no podía ser de otra manera. Por tanto, digo a mi pueblo, que de nuevo se prepare para el atroz dolor que se avecina y que acepte la posibilidad de una muerte inminente. Han de entender en su corazón que la libertad que vivimos, tiene un precio y que nada se puede hacer por salvarlos. Todos saben sin embargo, que hay una esperanza. Nosotros seguiremos aquí, una vez todo haya pasado y esa ha de ser su esperanza y su fuerza. Una ovación se escucha en la pantalla y un atronador aplauso cierra la intervención del Presidente. Que la fuerza os acompañe.