Abejalipsis

24/08/2015 - 23:00 Antonio Yague

  Los mejores científicos estadounidenses se afanan por descifrar el extraño fenómeno de desaparición masiva de abejas, muchas veces sin dejar rastro. Junto a pesticidas y herbicidas, apuntan como causas al calentamiento global, alteraciones en el hábitat, parásitos e incluso los móviles. Muchos creen que es una señal de la desaparición de la vida en el mundo. El problema es muy serio y económico, ya que se estima que en América se ha extinguido un tercio del total de abejas en las últimas décadas. Esto afectará a la producción de alimentos a nivel mundial en el mismo porcentaje. Sin tanto rigor científico, los alcarreños e hijos de apicultores sabemos que además de ser necesarias para producir miel, las abejas son clave para la producción de otros alimentos. Son responsables de la polinización cruzada (transporte del polen y semillas de una planta a otra), posibilitando la fertilización del 35% de los cultivos mundiales. Esto incluye almendras, manzanas, brócoli, cebolla, cítricos (limón, lima, naranja), zanahoria, tomates, calabazas… Un informe oficial calcula que en EEUU, país que más sufre el problema, generan por esta vía más de 14. 000 millones de euros al año. Lo que más ha sorprendido a los entomólogos es que es la primera vez que han notado que mueren más abejas en verano que en invierno y que algunos apicultores han perdido casi el 30% de sus colonias este estío, frente al 20% del anterior. Ver pérdidas masivas de colonias en verano es como ver “una mayor tasa de muertes por gripe en el verano y no en el invierno”, ha alertado el investigador vanEngelsdorp. La verdad es que pocos desastres ecológicos están siendo tan frustrantes como la extinción de estos laboriosos insectos en todo el mundo. Lo mejor que podemos hacer es intentar detenerla. En caso de no lograrlo, algunos científicos se plantean cómo reemplazar a los polinizadores naturales. Llegan a proponer la construcción de abejas robóticas, que vuelen alrededor de las flores, colecten polen, lo transfieran y listo. Solo hay un pequeño problema, las plantas no ceden tan fácilmente ante los amigos metálicos. Muchas requieren una estimulación por zumbido antes de liberar su carga de polen. Esperan a que la abeja llegue y vibre justo a cierta frecuencia y en el lugar correcto. Mejor que el abejalipsis nunca llegue.