Febrero...

Nos encontramos metidos ya en este mes corto del año del que el refranero dice ‘un día peor que otro’. No sabemos si se refiere al tiempo de invierno en el que estamos o a qué. Lo que sí podemos afirmar en los tiempos que corren es que el que febrero tenga menos días (aunque este año es bisiesto) puede ser un alivio económico cuando los sueldos son esperados con avidez porque las existencias, si quedan , están bajo mínimos. Año de nieves, año de bienes, dice el refrán. Este año parece que hasta ahora la nieve luce por su ausencia por estos lares. En lo político casi mejor no hablar. Las cosas no parecen mejorar sino incitar al malestar ya dicho en muchas ocasiones. Ahora, al menos, hay candidato a una investidura que se presenta difícil. Sólo mensajes de esperanza pueden hacernos pensar que las cosas mejoren. Y lo cierto es que cuando andan tan mal como en la presente situación hasta parece de lógica que a mejor han de ir. Compleja situación política la que nos toca vivir. Tan compleja que incluso los más entendidos creemos que andan despistados…También hemos dicho muchas veces que no hay mal que cien años dure…pero esa longevidad parece exagerada. Decepción hay mucha... Aunque ahora toca escuchar cantos de sirena que ya nadie parece creérselos…Ignoramos la puntuación que darían los ciudadanos al mismo…pero imaginamos que el aprobado sería una exageración, aunque no falten encuestas y arrimar el ascua cada cual a su sardina o sea que tiempo al tiempo para ver si sale el sol que tanto necesitamos.. Y sin embargo son ellos los responsables en gran medida, de que la mala situación sea ya breve o larga…Pero siempre parece legítima la canción que unos u otros tocan según el lugar que ocupen. Hagamos un acto de fe en que de la noche a la mañana saldrá el sol de la esperanza, nunca. De momento disfrutemos del Carnaval, si nos hace gracia, pues suelen ser la ridiculización de lo ridículo si los inspira la chispa de los que los preparan. O tal vez tenga que ser la nieve que tanto suele dejarse esperar la que venga a hacer bueno aquello de año de nieves, año de bienes. Por ahora parece que pintan bastos, aunque ya hemos dicho muchas veces aquello de que a lo más oscuro amanece Dios.