Sobre la Diputación

03/05/2014 - 23:00 Pedro Pérez y Sánchez

En los debates plenarios de las sesiones de la Diputación Provincial, observo como los señores diputados/as de distinto signo político intercambian ideas y enfrentamientos sobre los asuntos a discutir, según el color del cristal ideológico con que miran. Pero la señora presidenta, doña Ana Guarinos, vuela alto y llega lejos gracias a que sabe escuchar. El silencio es el mejor de los sonidos.El silencio es bonito hasta en la música. Coherentemente es esclava de sus palabras, pero señora de su silencio y cuando ya el asunto lo considera debatido, después de haber escuchado, irrumpe con aclamación clarificando sus propuestas y disipando o haciendo desaparecer las opiniones imprecisas y, a mayor abundamiento, con los acertados criterios del señor diputado don Francisco Javier Pérez del Saz, desde este foro institucional, con su voz potente, que arrastra con su vehemencia castelarina, con grandeza de espíritu y nobles ideales, defendiendo lo más acertado en derecho y en justicia lo que él estima más justo y necesario para el bien de nuestra provincia, dando continuidad a la veracidad de sus aseveraciones legales.
Asi pues, podemos afirmar de todo el Equipo de Gobierno de la Diputación Provincial que no son tendentes a excluirnos de las actividades comunes al pueblo común. No dude, don Francisco Javier, que todo está dicho en la vida, pero no la manera de decirlo, eso es el arte. Asimismo, el resto del grupo político gobernante de la Diputación Provincial, en el área de sus competencias, exponen motivadamente sus razones legales suscitando interés y disipando toda duda frente al equipo opositor; trabajando con lucidez al servicio de los demás y los alcaldes sabedores de esta proximidad o cercanía con la Diputación acuden con asidua frecuencia en demanda de colaboración para la resolución de sus problemas o necesidades municipales.
La Diputación es el foro integral en defensa de los valores provinciales y las entidades locales y sin lugar a dudas su filosofía es cooperar satisfaciendo necesidades colectivas con objetividad y eficacia, marcando nuestra identidad cultural, educativa, deportiva, benéfica y de colaboracionismo, incluso protegiendo nuestro patrimonio histórico. La mirada de la Diputación actualmente está puesta bajo la ética de servicio a los municipios como no podía ser de otra manera, lo contrario no sería humano ni evangélico.