Un crimen en Muduex

03/05/2014 - 23:00 Gonzalo Abad

Cuando tenemos que hacer uso de nuestra mente o de nuestra memoria de etapas del pasado, no siempre lo pones todo tan relativo como quisieras, pero me voy a esforzar en refrescar mi memoria. No quisiera hablar de cosas no agradables, pero en esta ocasión si lo voy a hacer. En Muduex allá por el año 1924 murió un pastorcillo. Este muchacho tenía 17 años y le mataron por envidia, ya que los autores de este escabroso crimen eran pastores también. La forma de cómo lo hicieron fue la siguiente: uno de esos desaprensivos se quedó vacante, es decir sin rebaño y fue el autor del crimen. Estaba el pobre muchacho comiendo un trozo de pan con un tomatillo y fue directo a por él este asesino con un hacha con la que le golpeó la cabeza. Lo más espeluznante de todo esto es que el padre de la víctima estaba por allí cerca y la intención real de estos desalmados era quitarle la vida a él. Esta es la historia real.
Ahora voy a cambiar de tema para alegrarnos un poco. Voy a hablar de cómo se celebraban las fiestas, y en especial Santa Ana, que tenía lugar el 26 de julio, cuando la gente estaba agotada de segar. Casi se empleaba el día en ir a misa y dormir. El señor Perico el día de Santiago por la noche y no despertó o le despertaron hasta el día de Santa Ana. Había una ermita a pocos metros del rostro y subían del pueblo en romería con el hato y la comida para oír la misa, comer y echar una siesta tumbados en los olmos y encinas. También subían un pianillo en un carro y bailaban en la pradera y al anochecer volvían al pueblo.