Visitantes tóxicos

08/05/2014 - 23:00 Gonzalo Abad

A todos nos gusta ver nuestros pueblos llenos de gente en fiesta, amigos que vienen a disfrutar de las verbenas, de las peñas y los actos tradicionales o gente que vienen a participar en ellas llevados por la popularidad de las mismas. Pero cuando esas visitas se convierten en un peligro público te preguntas para qué habrán venido. Y digo esto con conocimiento de causa. La última noche de fiestas se convirtió para muchos marchamaleros en una auténtica pesadilla. Todo transcurría con normalidad en la noche del sábado, el parque ferial estaba abarrotado de gente y la verbena esta muy concurrida. Eran las cinco de la madrugada. Disfrutábamos del baile cuando, de repente, una joven salió pies en polvorosa arrojando sobre mí y una amiga un líquido, pensábamos porque resultó ser un gas lacrimógeno. Una sensación de frío nos inundó en el cuerpo y después, dificultad para respirar, quemazón en ojos, nariz y garganta, picor de piel, problemas para tragar. No nos dio tiempo a reaccionar, salimos corriendo y dimos la voz de alarma.
Más de una decena de personas nos vimos afectados, uno más que otros, y tuvimos que acudir al Centro de Salud, previo aviso a la Policía Local para que se mantuviera alerta, aunque no pudieron evitar que dos horas más tarde, otros dos individuos, esta vez en la carpa de una de las peñas, volvieron a repetir la gracia. Los afectados fueron más y al estar en un lugar cerrado, las consecuencias fueron más acuciantes. No quiero pensar qué hubiera pasado si alguno de los afectados hubiera sido asmático o hubiera tenido una reacción alérgica que le hubiera llevado a un estado de shock anafiláctico.
Esta vez, la gente pudo coger a uno de los implicados y ponerle en su lugar, aunque el otro huyó. Cuanto te pones a pensar qué le lleva a una pandilla de jóvenes a utilizar un gas lacrimógeno, pimienta o similar en las fiestas de un pueblo no encuentras otra explicación que la de hacer daño. Recordemos que el gas lacrimógeno es utilizado como arma química por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. ¿Qué pintan unos jóvenes con ello? Es posible que la composición fuera casera, que hubieran manipulado varios componentes químicos, a tenor de que los efectos que nos provocaron se alargaron más de esa media hora que se tiene estipulado.¿Qué manera de divertirse es esta? ¿Estamos locos? Da miedo pensar en las ideas que tiene esta gente. Visitantes como ellos no los queremos en nuestras fiestas, y creo que en ningún pueblo.