A don Juan Carlos I

Gracias majestad, ha sido un honor servirle. Por muchas vidas que viva no podré devolverle lo que hizo por el pueblo español. Prometo servir a su sucesor con la misma fidelidad que le serví a usted, majestad. Su sacrificio, constancia y diplomacia. Su talante, su don y su virtud. Todos los valores que han sido su vida, conducta y trayectoria. Gracias majestad por haber liberado a un pueblo. Seguiremos tejiendo juntos la alfombra en la que todos los ciudadanos se sientan de un mismo país. Orgullo nacional es lo que llaman al patriotismo.

Ese orgullo es algo que se siente. No todos pueden percibirlo, pero ellos también forman parte de mi orgullo. Todos, los ‘hunos’ y ‘nos-o-tros’ somos un pueblo, España, Y en el siglo XX, en España reinó como mejor supo y con experiencia don Juan Carlos I. Oda a la abdicación al Rey, porque hay que meditar y pensar toda decisión importante y trascendente. Majestad, su modelo ha sido molde, experiencia y talante son sus maestros. Honor y justicia son su deber. Aprender a ponderar sin balanza es imposible, embajador del equilibrio entre hombres ha sido su labor, soporte y ejemplo.

Ahora así tenemos los cimientos. Construiremos desde la experiencia, los hijos del pueblo español, codo a codo con su sucesor. Es la gente que siente y hace la que cambiará el mundo en un lugar mejor. Es la misma vida la que lo dice. Majestad, usted escuchó su llamada, ahora somos nosotros los que debemos hacer. Gracias.