Un país que debe abolir la ley de la blasfemia

20/10/2014 - 23:00 Jesús Martínez

Desde que Asia Bibi, cristiana paquistaní, fue acusada de presunta blasfemia contra el Islam por dos vecinas, a quienes, de forma pacífica, se limitó a plantar cara, después de que ellas le insultaran por su condición de cristiana. Sucedió lo habitual en estos casos. Un juez corroboró la acusación. La defensa ha presentado diversos recursos, pero desde entonces, estos recursos se han ido posponiendo sistemáticamente por miedo de los tribunales a juzgar sobre una materia socialmente muy sensible. Un ministro y un gobernador han sido asesinados entretanto por defender a Asia Bibi, igual que les ha ocurrido a varias personas absueltas de blasfemia, asesinadas por radicales después de su liberación. Las minorías radicales han logrado imponer su ley, algo muy preocupante en un país con armamento nuclear y en permanente estado de tensión con sus vecinos. Dado el peligro, Pakistán es un país que debe abolir la ley de blasfemia.