Vigilia de la Inmaculada

08/12/2014 - 23:00 Josefa Romo

Con gran fervor mariano, la noche del 7 de diciembre, se celebró, en todas las diócesis españolas y en distintos puntos de Hispanoamérica, la tradicional "Gran Vigilia de la Inmaculada", presidida por el Ordinario del lugar y siempre muy concurridas. Ello hace visible el intenso amor a la Virgen en España, "tierra de María", que la tiene como Patrona desde que el Papa Clemente la proclamara como tal mediante la bula “Quantum Ornamenti” (1760), a petición del rey Carlos III. El Presidente de la Conferencia Episcopal, Mons. Blázquez, presidió la de Valladolid, en una catedral llena de gente pese a la noche fría, Evoco al siervo de Dios Padre Tomás Morales, sacerdote jesuita Iniciador de estas vigilias ( 1947). Ahora, contemplará agradecido, al lado de la Virgen, estas vigilias de su iniciativa que, con tanto empeño, procuró que se celebraran en todas partes para honrar a "la Toda, la Sola, la Siempre de Dios", como le gustaba repetir.
Ella, compendio de todas las virtudes y Mediadora de todas las gracias, es un don de Dios para la Humanidad. Con su "Fiat" (Hágase), logró traer a Dios a esta Tierra gélida y llena de tinieblas, que sería iluminada por el "Sol de Justicia", Jesucristo, nacido de su seno virginal. Con su Sí al Ángel, cambió la Historia y comenzó, en nuestro mundo, la revolución del Amor, que trae la salvación a todos los que quieren acogerla.