Entre pitos y flautas

19/02/2015 - 23:00 María Jesús Calvo García

Creo que, como todo ciudadano, es natural y lícito que se me permita luchar por aquellos bienes xque se nos han arrebatado y más, si como es el caso que desde hace meses me indigna, se ha hecho de una manera (podría decir ilegal si nos atenemos a diversas sentencias judiciales), prepotente y carente de toda racionalidad. Efectivamente, vuelvo a hablar de la Banda Provincial de Música. Una formación única en la provincia a la que mi marido, mis tres hijos e, incluso, yo misma, desde otro ámbito y voluntariamente, hemos dedicado cientos de horas de nuestra vida. Me niego a que se olvide tan tremendo atropello y mientras se me dé voz seguiré recordándolo. Entre otras cosas porque se nos han arrebatado más de un millón y medio de euros por una mala gestión y seguimos sin Banda.
Por hacer memoria y resumiendo, la manera de proceder de la actual corporación provincial fue la de dejar de pagar tres meses a los músicos, en ningún momento se cancelaron ni ensayos ni actuaciones (ni intención hubo de hacerlo), los músicos protestan de una manera, para los tiempos que corren, casi ridícula e, inmediatamente, por ordeno y mando se suspende toda actividad musical de la agrupación. En ese instante, los políticos de turno, aprovechando que tienen mayor acceso a los medios de comunicación (algunos, financiados por ellos mismos con nuestro dinero), tildan casi de delincuentes a los músicos. Abogados, declaraciones judiciales, tribunales, juicios y sentencias dan la razón a los músicos, a los que se les reconoce una relación laboral incuestionable de décadas y a los que se debe indemnizar a razón de los años trabajados. Lo dicho, y nunca mejor utilizada la frase: entre pitos y flautas más de millón y medio de euros del presupuesto público y no tenemos Banda. Hace unos meses se encontró la solución a todo problema: las becas.
Es decir, contratamos a músicos profesionales (es lo que se exigía con algunos matices), pero como becarios. ¡Eureka!, ¡Qué gran idea!, ¿legal?, eso no importa demasiado, juzguen ustedes mismos. Dos meses de becas para once músicos, algunos antiguos miembros a los que se les debía todavía la indemnización y otros de ciudades próximas a Guadalajara, que apenas han aparecido, para dos actuaciones (la Banda ni apareció en la Cabalgata de Reyes). ¿Y ahora, qué?. Alguno dirá que todavía hay Banda, que sigue habiendo una veintena de músicos ensayando estoicamente, pero lo cierto es que no podemos considerar Banda al engendro que hay ahora.
Una Banda de Música es una agrupación musical basada fundamentalmente en instrumentos de viento y percusión. En este último apartado la cosa es cuando falla más gravemente, porque no hay nadie especialista en instrumentos de percusión, además de que hay otra serie de familias instrumentales con carencias insostenibles. La Banda la deshizo en la semana santa de 2012 nuestra presidenta de la Diputación, Ana Guarinos, y en el transcurso de este tiempo no ha sido capaz de volverla a reconstruir con cierta dignidad. Simplemente lo que hacen es poner parches mal puestos y sin ningún fundamento. En este conflicto ha perdido los “papeles” y no sabe cómo encontrarlos Tengo entendido que van a sacar becas de nuevo.
Eso sí, ahora me temo que el nivel de exigencia será menor. En cualquier caso, si esa es la solución, ¿a qué esperan?. Vamos, que han pasado dos meses del año en curso, que entre la publicación de la convocatoria, plazo de presentación, alegaciones, recursos, configuración de tribunal, examen y, otra vez, plazo para las reclamaciones nos presentaremos en Semana Santa, como mal menor, sin Banda para las procesiones, que son las actuaciones donde más se lucen nuestros actuales gobernantes.