Y vuelven a la carga

15/03/2015 - 23:00 Conchita del Moral

Ahora resulta que los que legislan, para como atenuar un poco la maldad el aborto nos dicen: las adolescentes no pueden abortar sin permiso de sus padres, pero ¿acaso dudan éstos señorones que ni los padres, ni nadie tiene derecho a negociar con la vida de un nuevo ser? Con la vida no se negocia no se juega, se ama y punto. Qué pena que no nos concienciemos, que no somos nosotros los que tenemos que disponer de la vida de nadie. Sabemos muy bien aunque algunos hagan oídos sordos, que hay un Ser superior que es el dueño de nuestra vida y de la de los demás ¿Porqué emperrarnos en eliminar vidas? Escribió George Chevrot: “Cuando los hombres se figuran que ponen a salvo su autonomía porque se liberan de las leyes divinas, acaban fatalmente atentando contra los derechos y la libertad ajena, producen tiranos y esclavos”. Que buen consejo para cambiar las ideas de tanta gente que se creen libres, pero son esclavos de sus vicios y pasiones. Y el doctor Lejeune de la Universidad René Descartes de París y que ocupó la Cátedra de Genética hacia el año 1960 afirmaba: “La primera célula que se divide activamente y va a alojarse a la pared uterina es ya un ser humano distinto de su madre (…) ¿Quien puede condenar a la inocencia misma?” El aborto es el problema más grave de nuestro tiempo por atentar contra el derecho primordial que tiene toda persona; y aún hay gente que se atreve a decir que es un derecho de la mujer decidir; yo como mujer me avergüenzo, y doy gracias a mi madre que con tanto amor me acogió y acarició. Por favor razonemos. Es imposible que un país prospere si mata a sus hijos.