El sueño del agua (Día Mundial del Agua)

23/03/2015 - 23:00 José María Calvo

“Sabes, tuve un sueño en el que el agua limpia llegaba a nuestro pueblo”, cuenta Munsie Tampo, el jefe de Ngaliema, una aldea a 300 kilómetros de Kinshasa, la capital de la República Democrática del Congo. “Es algo que hemos deseado durante mucho tiempo. Pero hoy se ha convertido en realidad. Es un día de orgullo para todos los que viven en nuestra aldea”. Munsie tiene 75 años y, con el resto de sus vecinos, celebró el año pasado que su aldea se convirtiera en un Pueblo Saludable, por fin tenía agua potable y unas condiciones higiénicas dignas. El programa Pueblos y Escuelas Saludables de la República Democrática del Congo tiene como objetivo mejorar las condiciones de salud en las zonas más vulnerables y remotas del país. Durante la primera fase (2008-2012), el programa llegó a más de 2,6 millones de personas. De la segunda fase (2013-2017) se beneficiarán 6.000 nuevos pueblos con más de 4 millones de habitantes. A 16.000 kilómetros de la aldea congoleña, el pasado día 13 de marzo, un ciclón arrasó Vanuatu, un pequeño país insular del Pacífico Sur. “Parecía como si el mundo estuviera llegando a su fin”, dijo Alice Clements, uno de los miembros del personal de UNICEF que se encontraba en la capital cuando golpeó la tormenta. “Los vientos eran increíblemente fuertes, arrancaban techos, destruían casas y dañaron seriamente hospitales y escuelas. Son innumerables los hogares que han sido sacudidos y hay comunidades que se han quedado en ruinas”.
Una de las consecuencias más graves de esta catástrofe es que el acceso a las instalaciones de agua potable y saneamiento se ha visto interrumpido en muchos lugares, incluso en los centros de evacuación, lo que conlleva un mayor riesgo de transmisión de enfermedades. Desde el mismo día 13, UNICEF puso en marcha los protocolos de actuación ante casos de emergencia apoyando al Gobierno y trabajando con aliados para proporcionar contenedores de agua, pastillas potabilizadoras, jabón y letrinas e instalaciones sanitarias temporales.
El agua potable y un saneamiento adecuado son fundamentales para frenar, desde un primer momento, las graves consecuencias que una emergencia de estas características puede tener en cualquier lugar del mundo. El lector puede hacerse una idea de la envergadura del trabajo relacionado con el agua que tienen por delante gobiernos y organizaciones humanitarias de todo el mundo si extrapolamos los relatos de Ngaliema y Vanuatu (con una población similar al municipio madrileño de Móstoles) a todo el planeta. Para recordar lo que esta realidad supone, este 22 de marzo se celebra el Día Mundial del Agua. Los motivos para alzar la voz sobre este asunto tienen un enorme calado: a pesar de los avances experimentados en muchas partes del mundo en la era de los Objetivos de Desarrollo del Milenio, 748 millones de personas (el equivalente a la población de toda Europa) aún carecen de acceso a fuentes mejoradas de agua potable, 2.500 millones no tienen acceso a saneamiento adecuado y, de estos, mil millones todavía practican la defecación al aire libre. El acceso a agua potable y a instalaciones de saneamiento mejoradas es un derecho de todos. Se estima que más de 1.400 niños mueren cada día por enfermedades diarreicas debido al consumo de agua contaminada, la falta de saneamiento y la higiene deficiente; una situación que, además, conduce al empobrecimiento y reduce las oportunidades para millones de personas.
Los niños –especialmente las niñas– no pueden disfrutar del derecho a la educación debido a que sus escuelas no cuentan con un sistema de saneamiento propio y digno. Las mujeres se ven obligadas a pasar gran parte del día buscando agua. Los agricultores y asalariados pobres son menos productivos debido a la enfermedad, los sistemas de atención de la salud están desbordados y la economía nacional se resiente. Sin agua potable, saneamiento ni higiene, el desarrollo sostenible es imposible. UNICEF trabaja en más de 90 países de todo el mundo (desde pequeñas aldeas como Ngaliema, hasta las emergencias humanitarias como la de Vanautu) promoviendo la buena higiene, mejorando el acceso a los suministros de agua sostenibles, garantizando la calidad del agua, promoviendo el suministro de agua potable y saneamiento en las escuelas y respondiendo a las emergencias humanitarias; además, en sus programas aborda el cambio climático y los problemas ambientales.
Durante estos días miles de niños y niñas de toda España se sumarán al Día de Agua. Lo harán a través de las Carreras del Agua que organiza UNICEF dentro de la campaña de movilización escolar Gotas para Níger. En Castilla-La Mancha más de 6.000 niños y niñas se sumarán a esta celebración en las carreras que se celebran en Albacete, Argamasilla de Calatrava, Chiloeches, Ciudad Real, Cuenca, Daimiel, Guadalajara, Miguelturra, Puertollano, Sisante, Talavera de la Reina y Yuncler; además de los niños y niñas de aquellos municipios que celebrarán su carrera a lo largo del año. Es un día para destacar la función esencial del agua y propiciar mejoras para la población mundial que sufre problemas relacionados con el agua. Es undía para debatir cómo debemos gestionar los recursos hídricos en el futuro. Es un día para seguir trabajando, para atajar la pobreza y las desigualdades. Pongamos nuestra gota.