Mi experiencia con un 'pescador resentido'

24/04/2015 - 23:00 José Ignacio Carretero Mata

En respuesta a la carta remitida por Juan M.Arránz García en este periódico, el día 10 de abril, debo decir en mi defensa y en la de mis colaboradores del coto de pesca de Cerezo lo siguiente: Como presidente de la sociedad de pescadores Río Sorbe le puedo asegurar que somos personas muy serias y no hacemos negocio con el coto. No se confunda usted, aquí no hay cajas ‘b’, ni sobres donde meter la mano. Dicho esto por un lado, no estamos obligados a informar a nadie de como está respoblado el coto. Por otro lado, los guardas tienen que vigilar toda la extensión del mismo, no solo donde se ponga usted. Me cuenta usted muy indignado que se tuvo que ir a las 14.30 horas con solo dos truchas. No entiendo el por qué puesto que el permiso es válido para todo el día. Podría haber pescado por la tarde alguna trucha más, en cuyo caso, no hubiera escrito la carta ¿verdad?. Pescar es algo más que hacer el cupo a las 12.00 y a casa. Pescar es estar en contacto con la naturaleza, disfrutar del día y buscar, andar, lanzar en mil y un sitios, pero creo que cuando no se tiene cierto nivel, esto puede sonarles a algunos a ciencia ficción. En cualquier caso, nuestra gestión de hace ya muchos años y las repoblaciones dos veces por semana nos dan una buena reputación como uno de los mejores cotos intensivos de la zona centro. Si usted dice que no va a volver más por aquí, me alegro, puesto que resentidos y ‘pescaderos’ aquí sobran. La pesca no es una ciencia exacta y no siempre se sacan 6 truchas a las 12.00 y a casa.