Frutos de la desconfianza

18/07/2015 - 23:00 Lluis Esquena

El reciente viaje del Papa por tres países iberoamericanos ha dejado una larga estela de consideraciones que la sociedad civil y política no podrá olvidar fácilmente, además de haber conmovido a millones de personas con sus catequesis sobre el corazón de la doctrina social de la Iglesia. Antes de despedirse de Paraguay, Francisco tuvo ocasión de hablar del diálogo, cuya ausencia es uno de los aspectos que mejor retratan la sociedad de nuestro tiempo, marcado precisamente por la desconfianza. Un mero examen de los grandes problemas mundiales que nos afectan, desde las negociaciones con Irán sobre su política nuclear, hasta los recelos que suscitan los intereses de Rusia en Ucrania, tienen como base la incapacidad para superar la desconfianza. Incluso el acuerdo final conseguido para evitar el colapso de Grecia, ha sido a fuerza de una larga negociación en la que ha tenido un papel primordial la superación de las trampas ideológicas planteadas por Tsipras desde su populismo. El que todo esto cuesta tanto es, sin duda, frutos de la desconfianza.