Querido Fernando (A Fernando Yela)

Casi sin avisar has cruzado a la otra orilla y nos has dejado perplejos. El mismo Fernando que, hace justo un mes, presentaba su libro lleno de alegría y satisfacción, orgullo de las ilustraciones de su nieta y rodeado del cariño y la admiración de su familia, amigos y compañeros. Resulta difícil de creer. Y es que, junto al recuerdo de ese día, me vienen a la memoria tantos ratos divertidos, los viajes, los cuentos… ¡Ay de los cuentos! Como aquella versión erótica de ‘El pájaro más bello’, que nunca llegamos a contar, pero que nos hizo llorar de risa mientras lo escribíamos. Segura estoy de que allá donde estés, te habrá estado esperando tu amigo y narrador, y muy capaces seréis de emprender nuevas andanzas. Total, sólo se trata de busca tres gallinitas que se ajusten al papel y un traje gris a tu medida. De cantar ‘Granaaaada’… ya te encargas tú. Te vas con un ajuar voluminoso, como los antiguos egipcios. Pero, a diferencia de ellos, en el tuyo no hay joyas ni enseres, sino mucho cariño y el recuerdo de los que aquí quedamos. Y no tienes que preocuparte de tus chicas. Las cuidaremos. Un beso muy fuerte de tu amiga.