El populismo no apela a la razón sino al corazón

25/09/2015 - 23:00 Jesús Domingo Martínez

Con relación a la campaña electoral en Cataluña, una vez más estamos observando como una clara característica del populismo es que no apela a la razón sino al corazón de las gentes: como no sirve a una ideología o sistema de ideas, pretende auparse al poder sobre estados de ánimo que coadyuva a crear. Por eso, el populismo es un parásito que vive a gusto en las épocas de profunda crisis intelectual, cuando las convicciones de fondo que identifican a una sociedad se cuartean y se vuelven fofas; es decir, en una época como la nuestra o como la de la Europa de los años treinta del siglo XX.
Por eso, el populismo encuentra su caldo de cultivo ideal en épocas de grandes problemas colectivos que hacen dudar a muchos de nuestra instalación en el mundo, en tiempos de gran desesperanza y angustia, en momentos de inseguridad y miedo, como es la nuestra y lo fue la de la Europa que se intentaba recrear sobre las cenizas de la primera guerra mundial.