Los toros del 13 de septiembre

08/11/2015 - 23:00 José de Pedro Andrés

Ente la mucha tinta vertida en prensa digital y escrita con relación a las circunstancias que rodearon el festejo taurino celebrado en Guadalajara el día 13 de septiembre con motivo de las Ferias y Fiestas de la ciudad, en el que se lidiaron cinco reses de la ganadería de D. Adolfo Martín y una de la ganadería de El Ventorrillo, así como los comentarios hechos por el mencionado ganadero, en coloquios y reuniones del mundo del toro, en las que se hace referencia al Presidente y veterinarios de dicho festejo, de insensibilidad al rechazar un toro de la ganadería de D. Adolfo Martín, vertiendo falsedades o medias verdades sobre la motivación de dicho rechazo, atribuyendo este a una pequeña astilla en unos de los pitones del mismo, así como por el sacrificio de dicha res.
Pues bien, creemos desde el Equipo de Presidencia de la Plaza de Toros de Guadalajara que ya está bien de increpar y desprestigiar a unos profesionales que, como aclaración, su principal misión es la de hacer cumplir el vigente Reglamento de Espectáculos Taurinos, garantizando los derechos de los espectadores, que al final son los que pasan por taquilla.
Entendemos que el satisfacer a todo el mundo es misión prácticamente imposible, pero cuando analizamos las decisiones tomadas, tanto por el Presidente como por los Veterinarios de Servicio, antes, durante y después del festejo taurino, con el Reglamento en la mano, texto que algunos no saben ni que existe, pues de lo contrario no se entienden algunas de sus manifestaciones, vemos perfectamente que este proceder va encaminado a velar por las garantías y seguridad de todos los que participan en el espectáculo, y cuando decimos todos, son todos, hasta la empresa, aunque parezca lo contrario, pues aclaremos que el primer reconocimiento que se realiza a las reses cuando llegan a los corrales de la Plaza de Toros, es para verificar y garantizar que dichas reses, vendidas por un ganadero a una empresa, reúnen las cualidades mínimas para poder ser lidiadas en la plaza de la categoría donde han sido anunciadas.
Una vez realizadas estas aclaraciones y retomando el asunto que nos ocupa, en el primer reconocimiento realizado, a las reses presentadas por D. Adolfo Martín para el festejo de fecha 13 de septiembre, se rechazaron: la res nº 52 y la res nº 7 por no alcanzar el peso mínimo de 435 Kg, como así se recoge en el artículo 46.2 del vigente Reglamento de Espectáculos Taurinos y estipulado para plazas de 2ª categoría, como es la de esta capital, dando en báscula, la primera, un peso de 395 Kgs. y la segunda, un peso de 417 Kgs. y en efecto, esta última presentaba un pitón astillado y rajado, pero que una vez que la res no da el peso mínimo, ya es suficiente para el rechazo, sin tener que analizar más sus características para la lidia.
Ante estas pruebas, instamos a esos señores, que antes de realizar acusaciones y poner en duda la profesionalidad de las personas, que verifiquen esas informaciones. En cuanto al sacrificio de la res nº 7, que tanto ha dolido al ganadero, y de lo que se ha quejado entre otras cosas, culpando de este extremo al Presidente del festejo de una falta de sensibilidad, aclarar que tanto al ganadero como a la empresa se le advierte por parte del Presidente que si dicha res participara en el encierro previsto para la mañana del día del festejo, según lo establecido en el artículo 17 del actual Reglamento de Espectáculos Taurinos Populares de Castilla La Mancha, la misma deberá de ser sacrificada.
Dicho esto, queda claro que ésta participó en el encierro celebrado en la mañana de ese día , suponemos que con el acuerdo por parte de la empresa y del ganadero, motivo por el cual fue sacrificada junto con el resto de reses que participaron en los distintos festejos de sueltas, una vez finalizado el ciclo, quedando la responsabilidad de dicho sacrificio a la decisión tomada, por él mismo (el ganadero), la empresa o por ambos.
En cuanto aquellos que han manifestado que la Ganadería de Adolfo Martín había traído toros de plaza de primera a Guadalajara, y que incomprensiblemente se los habían rechazado, no tenemos nada que manifestar, pues con lo ya descrito quedan contestados.
No es nuestra intención decirle a nadie como tiene que realizar su trabajo, pero creo que ya está bien de cargar siempre contra los mismos, los que nunca contestan, eso es fácil, ya es hora de defender entre todos los derechos de los que pasan por taquilla, que en estos tiempos que corren les cuesta un gran sacrificio el poder adquirir una localidad, y garantizarles un espectáculo integro al que tienen derecho, por lo tanto, exijámosles, por supuesto, a los Presidentes y a los Veterinarios que velen por ello, pero de igual forma, a los ganaderos, empresas y toreros, que sepan que tienen que respetar a ese público, que al final es quien mantiene la fiesta, y ese respeto comienza con la responsabilidad de cada uno. Aquí no vale todo.
Por último manifestamos que este Equipo Presidencial y Veterinarios seguirá con el mismo proceder como hasta ahora, con la finalidad de defender y velar por los intereses del público asistente a los espectáculos taurinos, procurando que estos reciban un espectáculo integro, haciendo cumplir para ello lo preceptuado en los vigentes Reglamentos de Espectáculos Taurinos tanto a nivel nacional como autonómico.