Silencio administrativo para el ATC

14/07/2011 - 20:42 Redacción

Pasadas ya las elecciones y con el paréntesis inevitable que supone la llegada del mes de agosto, que tenemos casi en puertas, se vuelve a hablar del ATC. Los 70 alcaldes de la Asociación de Municipios en Áreas con Centrales Nucleares (AMAC), se reunían esta semana  en la asamblea general ordinaria y expresaban su indignación por el retraso en la toma de decisión sobre la ubicación del almacén nuclear. No es para menos si tenemos en cuenta que dos de los municipios de la asociación, Ascó y Yebra son candidatos, además de se de los que tienen más posibilidades a albergar el silo de residuos. La decisión urge, y no solo a los municipios que ven en esta instalación una rentable fuente de recursos sino para el propio Estado que lleva pagando a Francia desde el pasado 1 de enero 64.000 euros diarios en concepto de sanción por el almacenamiento de los residuos de la central nuclear Vandellós I. Sin embargo, y aunque el ministro de Industria, Miguel Sebastián ya ha comentado en más de una ocasión que la decisión sobre el emplazamiento se tomará “lo antes posible para evitar el coste de los residuos almacenados en Francia”, lo cierto es que se considera necesario que se logre el “máximo consenso” con las administraciones, sectores sociales y partidos políticos relacionados con los municipios que forman parte de la candidatura a alojarlo. Total, que de momento, nada se sabe sobre el ATC. Tras unos comicios municipales en los que el almacén se convirtió en argumento de campaña, el silencio administrativo parece augurar que con unas elecciones generales en ciernes, es muy posible que el actual Gobierno haga poco por dejar resuelta una cuestión que no resulta fácil de resolver. Y eso, a pesar de que, la tan temida oposición de la población parece haberse desvanecido en cierto modo después de que las urnas hayan desbancado  a muchos alcaldes de zonas limítrofes que se opusieron al ATC mientras que otros como el de Ascó, Zarra, Villar de Cañas y Yebra se mantengan en los consistorios a pesar de (o gracias a) que propusieron sus municipios como emplazamiento.