Adiós a una parte de la historia

27/03/2014 - 23:00 Redacción

El cuerpo de Adolfo Suárez, el primer presidente de Gobierno de la democracia española, descansa en la Catedral de Ávila tras ser despedido con honores de Estado y en loor de multitudes por una clase política que de nuevo alcanzó el consenso, al menos en lo que se refiere al reconocimiento de su obra y figura, y una ciudadanía que ha sabido valorar su esfuerzo y éxito para liderar un complejo y difícil cambio de sistema político. La sociedad en su conjunto ha repasado estos días la historia de los años más duros e intensos de un pueblo que caminaba hacia la libertad lleno de miedo y recelos. Un hombre muy joven, sobrado de carisma y encanto, que había formado parte del régimen que se quería superar, era designado por el jefe del Estado como la persona clave para llevar a cabo la transición. Su objetivo sería que el siguiente presidente fuese elegido por todos los ciudadanos y no nombrado como él. La aprobación de la Ley para la Reforma Política y la legalización del Partido Comunista Español permitirían un nuevo marco de regulación de la convivencia entre los españoles que se plasmaría en un texto constitucional. Suárez y su UCD se convertirían en el primer gobierno votado por el pueblo. Pero los tiempos seguían muy revueltos, la violencia terrorista no daba tregua, la situación económica estaba deteriorada, gran parte de su partido le abandonó y la oposición fue brutal hasta llevarle a una amarga dimisión. Demostró valentía frente a las armas durante la investidura de quien le iba a suceder. Luego intentaría sacarse el clavo doloroso de tanta ingratitud volviendo a empezar con un refundado partido, pero su vida política había terminado. Sin embargo el tiempo ha puesto todo en su sitio y a Suárez en el lugar que se merece en la historia de España. Homenajes, aplausos, cariño y reconocimiento para el que ha sido, junto al rey don Juan Carlos, el hombre que llevó a cabo el sueño de la democracia. Un final feliz para un personaje que nunca será olvidado. Guadalajara, Cabanillas, Azuqueca... le honrarán con parques, calles y plazas. Descanse en paz. .