Días de turismo con valor añadido

10/04/2014 - 23:00 Redacción

Viernes de Dolores. Comienza Semana Santa. Son días de profundo sentimiento religioso, tradiciones y descanso. Las maletas están preparadas para disfrutar de unas pequeñas vacaciones. Los pueblos de la provincia vuelven a la vida. Las escapadas o las excursiones se convierten en una necesidad para el cuerpo y las almas sometidas al estrés de la rutina. Nueva Alcarria ofrece este viernes a sus lectores variadas sugerencias para contemplar el arte de las manifestaciones religiosas en nuestra región, al tiempo que disfrutar de los paisajes, monumentos y gastronomía de una tierra castellana, sobria, solemne y llena de encanto. En Castilla-La Mancha se puede vivir con intensidad la belleza y el significado de estos días santos. Tres celebraciones con catalogación de Interés Turístico Internacional, otras tres declaradas de Interés Turístico Nacional y casi una veintena con la etiqueta de Interés Turístico Regional, entre ellas la Semana Santa de Guadalajara y la Pasión Viviente de Hiendelaencina, convierten a nuestra región en lugar privilegiado de destino del turismo interior. A lo mucho que hay por conocer o volver a visitar en esta comunidad autónoma se une la belleza de estas expresiones de la fe cristiana.
Al menos una vez en la vida hay que ver caminar por las estrechas y empedradas calles de la ciudad Patrimonio de la Humanidad de Toledo a su veintena de cofradías y hermandades; ponerse una túnica negra y un pañuelo e integrarse en la ruidosa tamborada de Hellín; deleitarse de las grandes obras del repertorio religioso en la Semana de la Música Religiosa de Cuenca; ser espectador en medio de un sepulcral silencio de la representación de las tres caídas de Cristo mediante sus imágenes articuladas en Ocaña; recibir la bendición de la imagen también articulada de Jesús Nazareno en Tobarra, sentirse envuelto en Campo de Criptana, bajo la tutela de los molinos de viento, de una celebración multitudinaria con más de cinco siglos de antigüedad, seguir las procesiones con las luces apagadas en Albacete o escuchar el silencio en Guadalajara, entre otras muchas posibilidades.